Lleva apenas un año al frente del área municipal de Hacienda y, en lugar de confeccionar presupuestos extensivos, se dedica a restringir. "Sí, el Ayuntamiento está funcionando como cualquier economía familiar en esta crisis: gastando lo mínimo y guardando algo por lo que pueda venir", afirma Benito Cabrera durante la entrevista.

- El Ayuntamiento prepara un duro ajuste para el próximo mes y usted mismo ya ha anunciado que esto no es nada para lo que viene en 2011. ¿Puede dar detalles?

- Sí. Hemos dicho que vamos a hacer un recorte de como poco 20 millones de euros con números que están muy claros: 10,4 millones salen del crédito que vamos a pedir para este año para poder hacer frente a sentencias urbanísticas y de expropiaciones no pagadas hace años, un crédito del que no podremos disponer en 2011. El resto, entre 8,2 y nueve millones, que sumados al crédito ese que no podremos pedir, yo he redondeado en 20 millones de euros, es la disminución de ingresos que prevemos procedentes del REF.

- ¿Esos 20 millones que como poco se van a recortar en 2011 afectarán a servicios sensibles, como ayudas de emergencia?

- Vamos a tener que hacer recortes de gastos corrientes de Servicios Sociales y Educación. Lógicamente, se van a recortar viajes, subvenciones y en material de oficina porque no hay más remedio. Vamos a intentar no tocar servicios esenciales y estamos haciendo esfuerzos para ello, pero tenemos que meter la tijera.

- ¿Y el mantenimiento? Hace muy poco usted mismo tuvo un encontronazo con la concejala Nardy Barrios porque no hay dinero para mantener calles, colegios y parques infantiles...

- El mantenimiento también es esencial. Tenga en cuenta que un ayuntamiento no es como el Estado, en el que hay muchas posibilidades de reducir gastos. En una administración como ésta y en una ciudad como la de Las Palmas de Gran Canaria cualquier recorte afecta mucho. Efectivamente, a la concejalía [de Fomento y Servicios Públicos] de Nardy Barrios se le aplicó un fuerte recorte ya este año, que ahora compensamos con los remanentes [el dinero no gastado del presupuesto del año anterior] y esperamos que para 2011 no se recorte más. No lo garantizo porque me gusta ser prudente, pero creo que será así.

- Ustedes han subido ya los impuestos, han recortado sueldos, han aflojado en las inversiones y están reduciendo gastos corrientes. ¿Qué margen de maniobra tienen, si es que les queda alguno?

- Pues muy poco, es cierto. Ya le dije que un ayuntamiento que sufre recortes se ve muy afectado en todos sus servicios y sufre desequilibrios. No nos queda otro remedio que coger la tijera y aplicarla a los gastos.

- ¿No cree que tardaron mucho en subir los impuestos? Si lo hubiesen hecho al principio del mandato quizá no tendrían que pagarlo electoralmente.

- Sí, teníamos que haber subido antes los impuestos, pero no sólo en ese mandato, sino desde los anteriores del PP. Fue una irresponsabilidad que en tiempos de bonanza económica se mantuviera tanto tiempo sin un incremento. Los técnicos municipales aconsejaron al anterior gobierno municipal que lo hiciera, pero no se hizo caso. Luego [la ex alcaldesa y ahora líder de la oposición con el PP], Pepa Luzardo, en una entrevista en su mismo periódico, reconoció que habría que subir gradualmente los impuestos para evitar que en momentos de crisis ocurra lo que nos ha pasado ahora. En cuanto a nosotros, insisto en que es cierto que debimos subir los impuestos al principio del mandato y no ahora, cuando hay más crisis y lo podemos pagar en las urnas.

- Es una pena llegar a esto cuando el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria es de los menos endeudados de España.

- Es cierto. A pesar de las críticas del PP, el único problema que hemos tenido a nivel financiero fue el desequilibrio presupuestario del año pasado, que incluso nos cerró las puertas de un crédito, pero ese tema ya está resuelto y confiamos en que ahora podamos contar con esos diez millones para hacer frente a lo que queda del año.

- Según el PP, ustedes podrían recortar todavía un poco más con menos altos cargos. ¿No cree que se podría hacer un poco más de esfuerzo y suprimir algunos puestos de asesores a los que no se ven resultados?

- Sí, y lo estamos haciendo todo lo que podemos. Naturalmente, no voy a entrar en si al alcalde le sobran cuatro asesores, pero sí en la reducción de gerentes en las empresas municipales. Entre las medidas del PP se incluye esta propuesta. Es pura demagogia porque una empresa pública no puede funcionar sin quien la conduzca.

- ¿No han pensado en otras fórmulas para recaudar, como la venta de patrimonio, por ejemplo? El PP lo hizo durante años y no parece que la ciudad se haya resentido.

- Sí, pero las joyas de la corona se han vendido todas. La antigua cafetería La Madrileña y el almacén de Las Torres no han podido venderse porque no hay compradores. Ni siquiera por ahí podemos generar más ingresos. Pero si tuviésemos posibilidad, lo haríamos. El problema es que ni siquiera con el dinero que nos vamos a ahorrar de la rebaja de sueldo del personal municipal se van a poder hacer inversiones o ayudar a que no se recorten servicios porque se nos obliga a hacer frente a la estabilidad financiera del Ayuntamiento.

- Dentro de su propio gobierno se comenta con terror que el siguiente paso será un recorte en el empleo. ¿Puede usted descartar un ERE entre los trabajadores laborales?

- Sí, lo descartamos totalmente. Incluso en 2010 hemos mantenido contratos eventuales generadores de mano de obra. Nuestra obsesión es el empleo. Tenga en cuenta que sólo este año, con la rebaja del sueldo de los funcionarios, el Ayuntamiento se ahorra 2,4 millones de euros y que en 2011 la reducción será de 4,5 millones. Creo que con esto va a haber suficiente.

- En el Ayuntamiento faltan técnicos cualificados y sobran administrativos. ¿Se necesita una profunda reforma de la plantilla?

- Creo que hay que hacer una nueva organización global del Ayuntamiento. No sólo es cuestión de mano de obra, sino de modernización y de nuevas tecnologías. En los últimos años no ha habido ninguna inversión en ello. El área de Tributos, por ejemplo, tampoco se ha modernizado.

- El servicio de Contratación sufre un importante colapso para la adjudicación de contratos estratégicos, como el mantenimiento de jardines, la limpieza o las guarderías, como se ha comprobado recientemente con convocatorias urgentes. Parece un evidente problema de gestión.

- Hay que tener en cuenta de que todo el Feile [el Plan Zapatero], un total de 99 contratos, fueron tramitados por el servicio de Contratación. Por eso está afectado. Se ha visto saturado. Por eso se han retrasado concursos públicos. El área de Contratación no sufre colapso, sino saturación de trabajo.

- Recientemente tuvo un encontronazo en el Pleno con el interventor por la contratación de una empresa que, precisamente, pretende más agilidad en los trámites administrativos. ¿Están ustedes enfrentados?

- No tengo ningún enfrentamiento con nadie, ni en este ayuntamiento ni en mi vida personal. El área económica financiera es servidora de todo el ayuntamiento y requiere que tengamos funcionamientos ágiles. Con este contrato pretendemos eso. El interventor entendió que se le usurpaban competencias, pero no, es sólo modernizar.

- Usted es funcionario municipal. ¿No cree que está condicionado para tomar decisiones sobre la gestión de sus compañeros, teniendo en cuenta que volverá a tenerlos como tales cuando deje el cargo? ¿No murmuran por ahí que usted "es de ellos" y por eso está limitado en la toma de decisiones?

- Supongo que cuando dice eso se refiere a compañeros míos concejales. Pero no, no he escuchado por parte de nadie aquí dentro que yo sea "de ellos". Ahora me toca estar en este lado de la mesa y es lo que intento hacer. Intento que nunca me condicione esto. Hay veces que se entiende y veces que no. No pienso en esos términos.

- ¿Le veremos de nuevo en la terna de Jerónimo Saavedra cuando acabe el mandato?

- No me planteo repetir cargo ni lo contrario. Ni siquiera lo he pensado, ni un minuto. Lo único que puedo decir es que estoy aquí porque siempre he pensado que puedo hacer algo más por mi ciudad. Es una gran responsabilidad ahora con la crisis, pero es lo que toca.