La obra será ilegal, pero desde 2002 también son ilegales por lo menos seis chalés, que han tenido órdenes de demolición y no se han derribado", denuncia Orlando Pulido, ex vicepresidente de la asociación de vecinos Tamaragua, de Los Hoyos, y cuñado del propietario del bar Miranda, un clásico de la zona. La ilegalidad consiste en la construcción de un comedor anexo al restaurante para cumplir con la ley antitabaco que obliga a los establecimientos de restauración a tener locales para no fumadores.

Pulido y Julián Gamón, que presidía la misma asociación de vecinos hasta hace unos meses, se personaron ayer en la puerta del restaurante ante la eventual ejecución de la orden de derribo. "Estaba fijada para hoy, pero no han venido", se limitaron a decir. En realidad, el Ayuntamiento esperó hasta última hora a que el propietario del bar realizase la demolición por su cuenta, y como no lo ha hecho será la administración municipal la que lo haga de forma subsidiaria, pasándole luego los gastos.

"Ya veremos si el Ayuntamiento derriba o no", retó Pulido, que lamenta que se haya escogido el caso del restaurante como chivo expiatorio en un barrio, dice, "plagado de viviendas ilegales".