La incidencia de la enfermedad de Alzheimer ha aumentado en los últimos hasta afectar ya al 10 % de la población de las Islas mayor de 65 años, lo que supone unas 30.000 personas enfermas de esta demencia. Entre los mayores de 80 años, la incidencia del mal llega al 50 % de la población.

La presidenta de Alzheimer Canarias, Modesta Gil, dio a conocer ayer estos datos y mostró su alarma ante el crecimiento de esta enfermedad, que en poco años ha pasado de afectar al 6 % de los mayores al 10 % actual. "Y eso teniendo en cuenta que el 40 % de las familias no lleva a sus mayores al médico cuando empiezan a perder memoria porque lo achacan a la edad", señaló Gil.

Alzheimer Canarias llamó la atención también sobre la "dejadez" del Gobierno de Canarias a la hora de repartir las ayudas a estos pacientes que recoge la Ley de Dependencia. "Esta ley es muy buena y funciona en el País Vasco, Navarra y Cataluña, pero aquí, en Canarias, no", aseguró Gil. Según esta representante de los afectados, a los enfermos de Alzheimer que solicitan ayuda de la Ley de Dependencia y cum-plen los requisitos exigidos, se les realiza el Plan Individualizado de Atención (PIA) como último trámite antes de concederles el dinero. "Ahí es donde falla el Gobierno canario, retiene multitud de PIA y la gente no recibe la ayuda, hay casos de enfermos que tienen el PIA desde 2007 y aún no les han dado el dinero".

Esas ayudas se traducen en 700 euros para los enfermos ingresados en un centro de día, o 400 euros para la ayuda a las familias que cuidan a los afectados en el hogar. "Es cuestión de prioridades porque el Gobierno tiene el dinero que le corresponde por la Ley de Dependencia y lo mismo que se hace en Castilla-León, Asturias o Santander se podría hacer en Canarias, digo yo", afirmó Modesta Gil.

PLAZAS. Alzheimer Canarias destaca también el escaso número de plazas para estos enfermos en centros públicos. "Sólo el 2 % de los afectados por una demencia en Canarias está ingresado en un centro público y la lista de espera para entrar en uno de ellos llega a las 2.000 personas", puntualizó Gil. Según su asociación, se ha detectado en el último año que numerosas familias que tenían enfermos ingresados en residencias privadas los están sacando y llevando a sus casas por efecto de la crisis. "No es una buena idea sacar a un enfermo de un centro especializado, pero es cierto que son muy caros y muchas familias no se pueden permitir pagar los 1.800 ó 2.400 euros mensuales que cuesta una residencia privada".

En este sentido, Alzheimer Canarias denunció también la falta de aportaciones del Gobierno canario a las organizaciones especializadas en estos enfermos. "Sólo aporta el 30 % de su presupuesto anual para atender a enfermos a las asociaciones, lo que significan unos 300.000 euros al año, el resto tenemos que buscarlo nosotros dónde sea", lamentó Gil. Alzheimer Canarias gestiona dos centros para atender a estos enfermos, Nuestra Señora de Fátima, que cuida a 60 afectados severos, y un local terapeútico en Olof Palme, con 60 pacientes.