- ¿Le sorprendió que le eligieran para formar parte de la comisión en defensa de la capital grancanaria?

- Me sorprendió, pero fue más alegría que sorpresa, porque estas cosas no te las esperas. Otro sentimiento podía ser de estupor, pero me alegra porque me permite decir cosas que yo creo no sólo sobre Las Palmas sino sobre Gran Canaria, y también sobre el sentido de la cultura que siempre ha habido; un sentido de la diversión, de la noche y también de la creatividad. Siempre que pienso en eso, pienso en el momento en que Padorno, Chirino, Millares e Hidalgo se juntaban en la playa de Las Canteras a imaginar el futuro y eso conecta con épocas importantes de la vanguardia de Canarias, como lo que pasó con Gaceta de Arte en Tenerife, etc. Y bueno, como yo creo en una cultura hecha desde Canarias, me alegré de que me lo propusieran.

- ¿Por qué se caracteriza la actividad cultural de esta ciudad?

- Por la diversidad. Me alegró mucho de que Las Palmas fuera el germen del Festival de Música, el lugar donde se creó el principal museo de arte contemporáneo de Canarias y que fuera alentado al principio por Chirino, que supone tanto para nuestra generación como una visión del futuro desde el pasado de las Islas. Luego, el carácter lúdico que ha tenido siempre la ciudad, que para mí ha sido siempre la ciudad del teatro, de los suplementos culturales, de los poetas. La ciudad de Tomás Morales, Padorno, Pedro Lezcano... y eso para mí es muy importante.

- ¿Y qué propondría usted para variar el rumbo y relanzar la cultura en esta ciudad?

- A esta ciudad le falta que los poderes públicos consideren que la cultura es un dinamizador formidable del empleo, la solidaridad y la educación. Yo creo que la próxima década tendría que ser la de la educación. Sin educación no hay cultura, sin cultura no hay empleo. Yo creo que la cultura puede ser la gran dinamizadora de nuestros pueblos y nuestras ciudades y, sin duda, que Las Palmas se convierta en metáfora de esa aspiración sería un gran incentivo, sobre todo para los jóvenes, que crean en el futuro como un elemento lleno de acicates culturales y educativos.

- ¿Cree que esta ciudad va a pasar la primera criba?

- Yo no creo sino en pocas cosas en la vida. Tengo fe, entusiasmo, ganas de que ocurra, pero tendría que ser un adivino para decirlo. ¡Ojalá! La palabra que yo prefiero en toda mi vida es ojalá. ¡Ajolá!, como decía mi madre.