Más de 30.000 musulmanes residentes en la provincia de Las Palmas celebraron ayer el Aid El Kebir -la fiesta del cordero-, la segunda festividad más importante para la comunidad islámica tras el Ramadán. La plaza Aérea de Vecindario, las ramblas de Juan Rodríguez Doreste en Las Palmas de Gran Canaria y el estadio de fútbol Francisco Melián de Puerto del Rosario se convirtieron en improvisadas salas de oración y recogimiento al aire libre a primera hora del día. Tras el rezo, los musulmanes se acercaron al matadero a recoger su cordero. Sólo en el Matadero Insular de Las Palmas de Gran Canaria se sacrificaron 404 animales.

Sobre la una del mediodía comenzaban a repartirse los primeros corderos en el Matadero Insular de Las Palmas de Gran Canaria. Algunos musulmanes, que habían ido con sus hijos, se impacientaban por la tardanza a pesar de que el centro había incrementado el número de operarios para ese día y de que el lunes se había adelantado el sacrificio del resto de reses.

Felipe Roque Benítez, un canario convertido al Islam hace 12 años y de nombre Ibrahim, era uno de los primeros afortunados en recibir su cordero. Nabil Mohamed esperaba junto a su hijo Zacarías y a su vecino Abdelhak su turno. No tenía prisa, había sido precavido y ya tenía otro cordero en casa.

A pesar de que ayer era el denominado día del cordero, las familias sólo degustaron el hígado y las vísceras de la res, ya que la carne debe de reposar antes de que sea consumida.