Gran Canaria movilizó ayer a unas 500 personas de los servicios de seguridad y emergencias para atender las posibles incidencias derivadas de la alerta roja por fenómeno meteorológico adverso decretada desde anoche por el Gobierno de Canarias. Aunque se trata de un proceso escalonado, el Plan de Emergencias Insular del Cabildo tenía previsto, desde primeras horas de la tarde, reforzar los efectivos de Bomberos, Protección Civil y Medio Ambiente.

En un escenario como el que preveía ayer la Agencia Estatal de Meteorología, con vientos que podrían llegar a los 130 kilómetros por hora, "es necesaria la puesta en marcha de una estructura piramidal, aunque coordinada para evitar duplicidad u omisión en las tareas de salvamento", explicó el director general de Emergencias del Cabildo, Antonio Rico.

Al tratarse de una alerta regional, fue el Gobierno de Canarias el que tomó la decisión de declarar la máxima categoría de alerta. Luego, en cascada, serían los cabildos y los ayuntamientos los que convocarían sus propios gabinetes de crisis en los que se tomaban decisiones más locales.

En el caso de Gran Canaria, el presidente del Cabildo, José Miguel Pérez, convocó su gabinete de crisis, compuesto por representantes de las consejerías implicadas: Obras Públicas e Infraestructuras, Seguridad y Emergencias, Aguas y Medio Ambiente; así como el Consorcio de Emergencias de Gran Canaria. El órgano decidió activar el Plan Insular de Emergencias y Protección Civil a las 17.00 horas.

"El gabinete de crisis tiene tareas de dirección, después hay un órgano de coordinación operativa, que es el que gestiona la emergencia. Los gabinetes de crisis toman medidas de cariz político, pero no son los que actúan desde un punto de vista operativo", agregó Rico, que está convencido de que el cambio climático está afectando negativamente a la meteorología en Canarias. "Es normal que en esta época se produzcan este tipo de fenómenos, pero no con la virulencia con la que lo han hecho últimamente", señaló

Riesgos

Una vez analizados los riesgos y elementos vulnerables, la primera medida adoptada por el órgano de Dirección del Plan Insular de Emergencias fue la de mantener operativo, de forma ininterrumpida y hasta próximo aviso, al dispositivo especial de seguridad y emergencias compuesto por el personal insular que ejerce funciones relacionadas con la seguridad de las personas y de las islas.

Asimismo, se informó a todos los municipios de la isla y se alertó a Protección Civil, se llevó a cabo el desalojo de las zonas de acampadas, áreas recreativas y albergues, se alertó a los guardas de cauces del Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria, y se reforzaron los parques de bomberos del Consorcio de Emergencias y activado a la Unidad de Voluntarios de Emergencias.

El presidente del Cabildo hizo un llamamiento a los ciudadanos a extremar las precauciones.