Era normal, en aquellos años sesenta, que se acudiera a las consultas de los ginecólogos para tratar de dar en adopción a un recién nacido, incluso antes de que éste naciera", explica José María Betancort, de 77 años y uno de los especialistas de mayor recorrido y con más prestigio en obstetricia de Gran Canaria.

"No era una cuestión de hacer negocios o de venta de bebés, sino de tratar de poner en contacto a familias que iban a tener una criatura con aquellas otras que deseaban tener un hijo y no podían. Yo mismo puse en contacto a muchas de esas personas", cuenta el especialista antes de añadir que "en la conciencia de cada cual debe quedar lo que se hizo o no se hizo con aquellas criaturas".

No le son nuevas, por tanto, a este ginecólogo residente en la capital grancanaria, "las prácticas inmorales" que realizaron médicos y algunos religiosos durante "una época" en la cual "no existían los registros y los controles que afortunadamente hay ahora".

Recuerda Betancort que "en muchas familias del medio rural eran sus padres quienes mandaban a algún amigo a Las Palmas para registrar al recién nacido. Y además, era complicado controlar los nacimientos porque en muchos casos se trataba de partos que tenían lugar en las casas, pues las cosas se hacían de aquella manera", valora este especialista natural de Haría.

Ocultar la realidad

Betancort recuerda que, "en ocasiones", aquellos embarazos no deseados "se trataban de ocultar con todos los medios posibles, no sólo porque se tratara de chicas solteras y muy jóvenes, sino incluso por tratarse de embarazos fruto de violaciones".

El doctor pone varios ejemplos, y uno de ellos corresponde a una chica vasca, residente en Gran Canaria, "que fue violada y sus padres no querían de ningún modo que tuviera ese niño".

Otro caso que dice recordar "por lo que me impresionó" fue de otra chica madrileña cuya hija también había sido violada. Rememora el especialista: "Cuando tuve aquellas consultas, pues era todavía un médico joven. Los años, obviamente, te van preparando para enfrentarte a este tipo de cosas, y actualmente ni surgen con asiduidad ni me resultan tan extraños".

Así, no le parece raro a José María Betancort "que hayan surgido personas en los medios de comunicación" pidiendo saber algo más de sus orígenes.

"Era vox pópuli que sucedían estas prácticas y otras más lamentables, como el robo de bebés a madres solteras que, como eran solteras y jóvenes, no se atrevían a denunciar". Eso es "lo que más impresionante me parece", añade con claridad antes de pasar a comentar que "hoy el verdadero negocio son los abortos ilegales, no las adopciones". En ese sentido, dice que "hay clínicas muy famosas en la isla de Gran Canaria donde abortas sin que te pregunten ni siquiera cuántos meses de embarazo tienes". Ésa, a su modo de ver, "es la gran mina de hoy" en el mundo de la ginecología y la obstetricia.