- Llevan una década de crecimiento desmesurado de peticiones. ¿Cree que esta tendencia va a continuar en los próximos años?

- Desgraciadamente la curva de crecimiento va en esa dirección. Están creciendo las peticiones de familias y de grupos parroquiales y asociaciones porque las cifras de paro y pobreza están aumentando en Canarias. Crecemos en una vertical que casi asusta.

- ¿No les desborda esta situación?

- En estos días ya he empezado a no conciliar el sueño. Durante la campaña ha habido un equipo de 80 personas trabajando directamente con la Casa, sin contar con los que lo hacen indirectamente en otros puntos de la isla y la ciudad. En estos últimos días rebasamos los 200 voluntarios.

- Por primera vez ha colaborado con ustedes una entidad en la recogida de juguetes ¿Cómo ha sido la experiencia con la Fundación Teatro Pérez Galdós?

- Ya dije que a la Casa de Galicia le había tocado la lotería con la oferta que nos hizo la Fundación. La idea y la organización fue de ellos, aunque nosotros colaboramos con el vestuario, con coches y recursos humanos en el acto que se celebró en los alrededores del Teatro. Ambas partes ya hemos sellado con la palabra y el corazón repetir la experiencia.

- ¿Cómo han respondido los ciudadanos con la crisis?

- Hemos tenido muchas satisfacciones. La gente fiel ha seguido colaborando y hemos tenido donativos humildes. Posiblemente hay más sacrificio, pero la solidaridad ha vencido a las dificultades.

- ¿Las empresas también han respondido?

- En dos o tres casos nos recortaron los donativos, pero la mayoría los han mantenido.

- ¿Y las administraciones?

- El Gobierno de Canarias venía colaborando fielmente con 6.000 euros en alimentos no perecederos. Pero este año nos dijeron que no había presupuesto. Nos lo dijeron verbalmente, que compromete menos. El Cabildo nos ha ido subiendo cada año. En esta campaña aprobó 62.000 euros y colabora con la campaña con infraestructura. El Ayuntamiento capitalino colabora en la Cabalgata pero nos falta la ayuda económica. Teníamos un convenio trianual de 6.000 euros que había que haberlo renovado este año, pero a día de hoy no se ha hecho. Tengo todavía esperanzas. Con el Gobierno ya la perdí.

- ¿Le ha afectado la crisis a la Casa de Galicia?

- Seguimos haciendo socios, pero tenemos la desgracia de ser una entidad antigua y los más mayores, fallecen. En los últimos tres años, sin embargo, el saldo es positivo. Respecto a la parte económica, tenemos una cuota barata y no hemos tenido que mover ninguna ficha para la entidad.