El fiscal Demetrio Pintado ha solicitado la apertura de juicio oral contra Daniel M. V., el enfermero del Hospital Doctor Negrín que causó la muerte de un guardia civil tras arrollarlo con su coche en un control de alcoholemia el pasado mes de julio. El fiscal le acusa de homicidio imprudente y reclama dos años de prisión, así como una indemnización de 125.000 euros y la prohibición de conducir vehículos a motor durante tres años, según el escrito de conclusiones provisionales presentado ante el Juzgado de Instrucción número 3 de Las Palmas de Gran Canaria.

El accidente se produjo sobre las 05.30 horas del día 3 de julio de 2010 en el kilómetro 3,440 de vía interurbana GC-31, a la altura de Pico Viento, en la circunvalación a la capital grancanaria. La causa del siniestro fue un combinación de "cansancio laboral", ocio nocturno e imprudencia. El acusado "descuidó la atención que merece el tráfico rodado" porque no se percató del control policial e invadió el arcén por el carril derecho. En ese momento trataba de sintonizar una emisora musical de su "agrado", pero acabó atropellando a Francisco Javier Gómez Sánchez, de 34 años, que se disponía a entrar en su coche de la Guardia Civil por el lado del conductor. El agente estaba con otro compañero e iba a dejar la documentación de un turismo al que había dado el alto con anterioridad.

El fiscal añade que el Seat del imputado "rozó" el vehículo de la Benemérita y después impactó contra el agente, golpeándolo con el cristal y el techo hasta "lanzar" su cuerpo varios metros por los aires.

La víctima murió de manera "casi inmediata" debido al fuerte traumatismo craneoencefálico, a pesar de que el enfermero, en estado de shock, paró su automóvil a unos 200 metros y trató de reanimar al guardia civil con la ayuda del otro agente, según el escrito de acusación del Ministerio Público.

El conductor dio positivo en las pruebas de alcoholemia, pero en resultados bajos: 0,34 y 0,32 miligramos por litro de aire espirado, cuando el límite está en 0,25 mg / l. En su declaración ante el magistrado instructor, Tomás Martín, admitió que había consumido "varias cervezas y dos rones", pero las pruebas practicadas apuntan que esa circunstancia "no alteraba sus facultades y reflejos".

El acusado trabajó durante todo el día anterior en el Negrín, desde las 08.00 horas hasta las 20.00 horas. Luego pasó por su casa y se fue al Muelle Deportivo sobre las diez de la noche para celebrar un cumpleaños. El coche lo cogió sobre las cinco de la madrugada. Antes del accidente dejó a varios amigos en distintos barrios residenciales.

El fiscal pide que la aseguradora del vehículo se haga cargo de los 125.000 euros de indemnización. También exige que la compañía pague al Estado 2.072 por las daños causados al coche de la Guardia Civil, que estaba estacionado con las luces puestas.