Desde la entrada en vigor el pasado mes de enero de la Ley Antitabaco los ingresos de bares y restaurantes del Archipiélago se han visto gravemente disminuidos, con especial incidencia en los locales de ocio nocturno, como discotecas, pubs, casinos o bingos.

Según datos de la Fecao (Federación Canaria de Ocio y Servicio), sólo los bingos y casinos de Canarias han perdido cerca de un millón y medio de euros. Al salir a la calle a fumar, la gente apuesta menos y consume también menos dentro de estos establecimientos.

Terrazas

En cambio, las terrazas de ocio nocturno acogen desde el mes de enero a un mayor número de clientes que van en busca de un lugar donde se pueda fumar y beber, gracias al clima de Canarias que hace posible que en pleno invierno las marchas tengan lugar al aire libre. Estos establecimientos han conseguido sacar un cierto beneficio a la ley que ahoga a los dueños del resto de locales.