El Real Club Náutico acaba de poner en marcha su propia desaladora, después ganarle un pleito a la empresa mixta Emalsa, que trató de impedir que la institución montara su propio sistema de desalación. La postura de la compañía del agua obligó a la entidad a llevar el caso a los tribunales, que le dieron la razón, lo que dio vía libre al montaje de la planta, que este mes empezó a funcionar en periodo de pruebas y le permite obtener un agua casi tres veces más barata.

"Antes pagábamos a Emalsa 3,50 euros por metro cúbico de agua y ahora, con nuestra desaladora, nos sale a 1,20 euros, menos de la mitad", explica el presidente del Club Náutico, Juan Marrero Portugués. El responsable de la institución recuerda que la idea de la desaladora surgió hace más de un año porque "las tarifas que nos cobraba Emalsa eran absolutamente prohibitivas y abusivas, ya que penalizan el alto consumo".

"Esta institución es uno de los mayores consumidores de agua de la ciudad. Pagábamos tres euros y medio por metro cúbico y consumimos 60 metros cúbicos al día. Hablamos con Emalsa para que nos aplicara una tarifa más razonable, teniendo en cuenta que somos una institución sin ánimo de lucro, pero no hubo manera de que nos dieran un trato especial", señala Marrero Portugués, quien añade que el actual gobierno municipal se negó también a rebajar la factura. Así las cosas, el club optó por la desaladora y consiguió el permiso del Consejo Insular de Aguas. "Emalsa", explicó, "se opuso con el argumento de que tiene el monopolio del agua de abasto en la ciudad. Fuimos a un contencioso y lo ganamos".

Aunque la planta está empezando a funcionar el ahorro es tan grande que el club podrá amortizar en cuatro años la inversión de 300.000 euros a la que tuvieron que hacer frente para instalar la desaladora.

La planta tiene capacidad para producir 72 metros cúbicos diarios, pero actualmente desala unos 47 metros cúbicos diarios. El resto se le compra a Emalsa". Para obtener un mayor ahorro, la planta está regulada para que funcione en las horas valle, cuando las tarifas eléctricas son más baratas.

Contenedor

Instalada en un contenedor situado en el extremo norte del varadero del club, la planta ha sido fabricada por la empresa canaria Inexa. La potabilizadora, que estará en pruebas durante seis meses, funciona con el sistema de ósmosis inversa y tiene dos módulos, cada uno los cuales tiene capacidad para producir 36 metros cúbicos. Mientras se resolvía el pleito con Emalsa, el club fabricó el pozo, en un extremo del varadero, de donde se obtiene el agua del mar, que luego desala la potabilizadora. El técnico que ha puesto en marcha la planta, señala que funciona con "bombas de alta eficacia energética", lo que abarata la producción al reducir el consumo de energía.