La Federación de Ocio y Servicio (Fecao) expresó ayer su rechazo a la sentencia que anula la licencia de apertura de un restaurante en Triana y advirtió de que los empresarios reclamarán indemnizaciones en el caso de que se produzca un cierre masivo de bares y restaurantes en el casco histórico por estar ubicados en edificios protegidos. La sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias declara la nulidad de la licencia de apertura y funcionamiento concedida por el Ayuntamiento de la capital grancanaria a un restaurante de la calle Malteses, al considerar que la protección del edificio impide el uso recreativo o de ocio.

El secretario técnico de la Fecao, Antonio Vélez, reconoció que en el casco histórico de la capital hay muchos locales de ocio en la misma situación del restaurante de la calle Malteses. A juicio de Vélez, la resolución judicial, que aboca al cierre al local de Malteses, "hace que todos los restaurantes y bares del centro histórico se sientan desprotegidos y nos oponemos porque frena el desarrollo económico y la creación de empleo. Vamos a ponernos al lado de los empresarios, a los que está claro que tendrán que indemnizar por los daños y perjuicios que tendrán, en caso de que se vean obligados a cerrar y también la pérdida de empleos".

El responsable de la Fecao reconoció que esta sentencia es consecuencia del tremendo malestar que han generado entre los vecinos del casco histórico los ruidos del ocio nocturno y planteó la necesidad de "alcanzar un consenso entre empresarios y residentes" para hacer compatible el derecho al ocio y al descanso. "El Ayuntamiento ha fomentado la creación de una zona de ocio en el casco histórico, porque es un foco turístico importantísimo, sin planificar ni alcanzar antes un consenso con los vecinos". Vélez insistió en que el ruido "no lo genera el establecimiento en sí sino sino el trasiego de la gente entre los locales. Al respecto, señaló que "el ruido se evitaría con la libertad de horario, porque ello evitaría que todo el mundo saliera a la misma hora. Creo que deberíamos consensuar con los vecinos un modelo. No es fácil buscar una solución, pero hay que hacerlo".

Los vecinos, por su parte, preparan denuncias contra tres locales más, uno de ellos situado en la plaza Cairasco, y advierten que no permitirán la apertura de un restaurante en un edificio de la calle Cano que tiene la máxima protección.