El Ayuntamiento debe al menos 29.000 euros a Dräger Safety, la empresa que suministra los sonómetros, boquillas desechables para alcoholímetros y otros materiales que utilizan los bomberos, según informaron fuentes municipales, quienes añadieron que esta cifra corresponde sólo a una de las facturas que el consistorio adeuda a esta compañía. En concreto esta factura de 29.000 euros sin pagar corresponde a una partida de boquillas desechables para los alcoholímetros y a equipos de protección respiratoria para los bomberos.

Hay que recordar que la empresa ha decidido quedarse con la media docena de sonómetros, que el Ayuntamiento le envió para calibrarlos, como una media de presión para que el Ayuntamiento capitalino pague de una vez su deuda, una circunstancia que impide a los agentes desde hace una semana realizar los controles de contaminación acústica.

Desde el miércoles de la pasada semana los policías locales sólo pueden levantar actas de las denuncias por ruidos, porque carecen del aparato que confirma que el denunciado emite ruidos superiores a lo permitido por la ley. El Ayuntamiento sólo puede imponer una sanción que esté avalada con la correspondiente prueba del sonómetro.

Los técnicos municipales disponen de dos sonómetros más, pero estos sólo funcionan de día, por lo que durante la noche, el horario en el que se producen más denuncias, no pueden ser utilizados por los agentes.

El Ayuntamiento intenta desde el pasado lunes buscar una solución al problema, a través de la compra de dichos aparatos a otros proveedores. Un portavoz municipal señaló el pasado lunes que pretendían tener los sonómetros antes del próximo fin de semana.

Este periódico intentó ayer, sin éxito, conocer a cuanto asciende la deuda total del Ayuntamiento con esta empresa, pero el director de gobierno de Economía, Benito Cabrera, ni siquiera contestó a la llamada.