El Ayuntamiento capitalino tenía el 31 de diciembre pasado 140,7 millones de euros pendientes de cobro, correspondientes en su mayoría a tasas, multas e impuestos sin pagar por parte de los ciudadanos, según se puso de manifiesto ayer en el pleno convocado con carácter de urgencia para dar cuenta de la liquidación del presupuesto de 2010. El debate se celebró sin la presencia del Partido Popular (PP), que abandonó el Salón Dorado como protesta por habérsele entregado la documentación minutos antes del pleno.

Aproximadamente el 50% del dinero que tiene pendiente de cobrar el Ayuntamiento (70,7 millones) es de dudoso cobro, que según criticó la concejala de Compromiso, Nardy Barrios, buena parte de ese saldo "es posible que no se perciba nunca", proviene de "antes de 2005". La edila también insistió en la incapacidad del gobierno local para recaudar.

El director de gobierno de Economía y Hacienda, Benito Cabrera, negó las críticas y destacó que el pasado año "se batieron todos lo récords de recaudación de impuestos, pese a la subida de los mismos", con un porcentaje de cobro que superó el 80% y aclaró que entre el dinero que le deben al Ayuntamiento figuran cinco millones del REF que tiene que pagar el Gobierno canario; 17,4 millones de dividendos de Geursa y 15,6 millones vinculados a planes de obras del Cabildo. Añadió que en estos momentos hay más de 27 millones en tributos que están en fase de cobro por la vía ejecutiva.

Proveedores

El Ayuntamiento, por su parte, debía a los proveedores a finales del pasado año 51,5 millones, de los cuales, aseguró Cabrera, se han pagado ya 19 millones, por lo que la deuda municipal asciende en estos momentos 32 millones. El presupuesto de 2010 se liquidó, según Cabrera, con un resultado de 10,7 millones y los remanentes de tesorería de 15,6 millones, que es probable que se queden en 10 millones porque hay pagos con financiación afectada por valor de cinco millones. Cabrera destacó el nivel de ejecución, que ascendió a un 73,79% y negó que exista desequilibrio presupuestario, como criticaron tanto Barrios como el edil del PP Felipe Afonso, quien auguró que el Ayuntamiento "va camino de la insolvencia".