La playa de Las Canteras requiere de una inversión cercana a los tres millones de euros para ponerse al día y recuperar el tiempo perdido en los últimos años en materias como limpieza, jardinería, calidad del agua o balnearios de cara a recobrar la bandera azul que el buque insignia de la capital perdió el año pasado por la pérdida de calidad de sus servicios.

La baja calidad del agua registrada a finales del verano de 2009 unida a las interminables obras de balnearios en el paseo de la playa, obligaron al Ayuntamiento a arriar el año pasado la bandera azul que distingue a las playas con más calidad del mundo. Aunque estas fueron las faltas más graves, playa y paseo sumaban desde hacía años carencias esenciales como barandillas oxidadas, alcorques vacíos, palmeras secas, hundimientos en el piso, un muro de la playa que se caía a cachos o vallas de obras olvidadas.

Esta dejadez de los responsables municipales de la playa se repite en cada mandato debido a la falta de competencias del concejal responsable del distrito Puerto-Canteras para encargar y ejecutar obras y arreglos, ya que todo lo que se haga en la playa depende de hasta cinco concejalías distintas. Esta dependencia de áreas ajenas a la playa se ha visto acentuada durante el mandato de Jerónimo Saavedra con falta de reacción ante problemas graves como el óxido o las obras eternizadas. En su haber, a este gobierno local hay que reconocerle el acierto de dinamizar el paseo de Las Canteras con la ruta de conciertos Playa Viva o la sustitución de la vieja iluminación por otra más vistosa estéticamente.

Desde que la playa de Las Canteras perdió la bandera azul hace casi un año el Ayuntamiento ha orientado sus esfuerzos de los últimos meses por mejorar la imagen de la misma con inversiones que no se vieron en los tres años anteriores del mandato. Por un lado, la inversión más importante llega del Instituto Municipal de Empleo (IMEF) que dedica 977.137 euros a pagar el sueldo a un centenar de parados que durante seis meses se encargan de arreglar casi dos kilómetros del muro de la playa que llevaba tres años sin mantenimiento.

Otra actuación importante por la polémica que levantó en su día es la del óxido de la barandilla. El concejal de Playas, Jesús Falcón, asegura que se han destinado 37.000 euros a lijar la barandilla para eliminar el óxido que no se limpió durante más de dos años.

Sin embargo, el reto más caro y más importante de este gobierno municipal es adecentar y abrir definitivamente al público la plaza de La Puntilla, una obra que el propio gobierno municipal ha reconocido como una chapuza ya que las baldosas están sueltas y no se puede caminar por ella. Según informa el concejal del PP Ángel Sabroso, el Ayuntamiento le respondió por escrito hace unas semanas que la obra es inservible y hay que repetirla. "En la práctica esto se traduce que los 1,7 millones de euros del plan Zapatero invertidos en 2009 para remodelar esta plaza no han servido para nada y al estar la obra certificada [con el visto bueno de los técnicos] es el Ayuntamiento con fondos propios quien debe de acometer la reforma definitiva", explica Sabroso.