El retraso del Ayuntamiento en el pago a los proveedores está provocando graves deficiencias de material de protección y rescate en el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) de la capital grancanaria. Los sindicatos advierten de que la negativa de las empresas a suministrar material, uniformes y a realizar el mantenimiento de los equipos "está poniendo en riesgo la seguridad de los bomberos y los ciudadanos". Denuncian que Dräger-Safety, encargada del mantenimiento de las cámaras y equipos de aire o los explosímetros, no realiza dicha tarea desde hace más de un año.

Las empresas Dräger Safety y Sebastián Tejera se han hartado de esperar y le han cerrado el grifo al Ayuntamiento hasta que éste les pague los más de 200.000 euros que les adeuda. Además Dräger Safety, que también se ha negado por la misma razón a devolver los sonómetros a la Policía Local, ha dejado de realizar desde hace un año, según aseguraron ayer los sindicatos, el mantenimiento del material de protección y seguridad. El consistorio le debe 155.105 euros por varias facturas. Algunas de ellas se remontan a 2008.

"Estamos usando equipos de aire que no sabemos si están en buen estado", avisó ayer Gonzalo Martín, delegado de UGT, quien añadió que la falta de mantenimiento afecta también a los aparatos medidores de gases, explosímetros (que avisan de la posibilidad de explosión en un incendio), compresores y cámaras térmicas. La cámara térmica (aparato con dispositivo de infrarrojos que permite detectar la presencia de personas en ambientes con mucho humo) del parque de San José no funciona desde hace meses porque se averió un cargador.

Martín García, delegado de CSI-CSIF, añadió que los problemas de suministro también están afectando al mantenimiento de los vehículos, porque las distribuidoras no dan las piezas que hacen falta.

Con el vestuario ocurre algo parecido. Los 25 nuevos bomberos que empezaron a incorporarse ayer se han encontrado sin uniforme, por lo que no pueden actuar en una emergencia. "Por increíble que parezca", señalan los representantes de CC OO, UGT, IC y CSI-CSIF, "los nuevos agentes que se incorporan no pueden salir a los servicios por no tener los materiales ni los equipos de protección necesarios".

La empresa Santiago Tejera ganó el concurso convocado para equipar a los nuevos agentes, pero se niega a entregar el material hasta que el Ayuntamiento le pague los 44.947 euros que le debe. "Necesitamos reponer el vestuario cada año y hace dos que no nos dan nada", explica Martín.

Pendiente de suministro está también una partida de 29 cascos, que se precisan en el servicio. Los nuevos cabos siguen llevando los cascos negros de agentes, pese a que deben llevar uno de color rojo, según establecen los protocolos de actuación, para distinguir a los mandos en cualquier incidente. A todo ello se añade la falta de recursos acuáticos, emisoras, materiales de rescate y contra incendios, así como el instrumental para manipular mercancías peligrosa y los cascos adecuados del uniforme.