| Familias. Tras la II Guerra Mundial y la Guerra Civil aparecen familias que han continuado la estela de los envíos tomateros, como fue el caso de Silvestre Angulo Brito (que trabaja con una de las principales cadenas de supermercados ingleses y muchas tiendas noruegos), Valerón, Peñate y Juliano Bonny (el mayor exportador actual), entre otros muchos.

| Barcos propios. Algunas empresas crearon sus propios centros de distribución en el continente para distribuir la fruta. Y otros, además, se lanzaron a la aventura de poner en servicio sus propios barcos para evitar la dependencia de las navieras, que sigue existiendo hoy. Sin embargo, fracasaron.