El Puerto de Las Palmas continúa siendo una de las principales despensas europeas de plátanos y tomates. Cerca de 164 millones de kilos de fruta salieron el año pasado de sus muelles con destino la Península, Inglaterra y Holanda, principalmente, desde donde se reparten por los supermercados del continente. Estas exportaciones son el resultado de una centenaria tradición que deja huella en otros puertos. "Los canarios enseñamos a los europeos a comer hortalizas en invierno", según Roberto Góiriz, portavoz de la Federación de Exportadores Hortofrutícolas (Fedex ).

Las comunicaciones marítimas han cambiado mucho. Hace un siglo los barcos tardaban unos diez días, cuando el tiempo ayudaba, en llegar a los países europeos. Prácticamente el doble que ahora. Con la diferencia de que hoy los envíos están refrigerados para su mayor conservación. Pero no son las únicas diferencias, ya que las formas de empaquetado han evolucionado.

El Puerto ha sido la principal vía de exportación de la fruta. Producto de estas estrechas relaciones es que en estos momentos se cumplen casi 126 años de las primeras exportaciones de tomate al Reino Unido. Roberto Góiriz, apunta el nombre de Mr. Belice como la primera persona de la que se tiene constancia de los primeros envíos de tomate a Gran Bretaña, a los que se suman luego nombres como Alfred L. Jones, Henry Wofson, Edward Fayffe, Barrer, Blandy y Mr. Leacock, "que eran más bien transportistas". "Los canarios iban más al Reino Unido que a la Península", rememora Góiriz.

El presidente de la Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias (Asprocan), Francisco Rodríguez, recuerda que en la época bélica un submarino alemán hundió en alta mar un barco cargado de plátanos, sin saber la carga que llevaba. Y cómo antiguamente se mandaban los racimos completos dentro de los llamados guacales, que eran de madera. Ahora se hace en manillas, y protegidos para mantenerlos casi intactos hasta llegar a su destino final.

El portavoz de Fedex apunta que la fruta fue una poderosa forma de publicidad para Canarias, cuando aún no había campañas turísticas. "Abrió las fronteras canarias, sobre todo en el Reino Unido, y ayudó a su conocimiento en el exterior". Un ejemplo de las relaciones entre los puertos británicos y La Luz es el bautizo del Canary Wharf, el célebre muelle de Londres reconvertido ahora en una zona comercial muy activa y de ocio, cuyo nombre sigue vigente como un recuerdo de los estrechos lazos entre ambas comunidades.

El año pasado se exportaron por el Puerto unos 94 millones de kilos de tomates, pepinos y fruta variada, como aguacates, melones y papayos, así como unos 70 millones de kilos de plátanos a la Península y Europea, según los empresarios. Es la herencia de los primeros comerciantes, que tuvieron en La Luz su plataforma ideal para exportaciones, ya que los traslados aéreos siguen siendo minoritarios.