El edificio anexo al Castillo de La Luz, que se quedó a medias cuando quebró la empresa que lo construía en 2007, tendrá que ser demolido y rehecho de nuevo, una obra que está prevista que se inicie dentro de dos semanas, tras una espera de cuatro años. Las obras se acaban de adjudicar por unos dos millones de euros a la empresa Técnicas para la Restauración y Construcciones (Trysa).

Desde el Ayuntamiento indicaron que el edificio anexo, previsto con las instalaciones necesarias para dar apoyo a la actividad cultural y museística del Castillo de La Luz, está tan deteriorado, que su recuperación es imposible. Al respecto, también señalaron que cuando la empresa Tecprogesa entró en proceso concursal, el edificio se quedó con los forjados instalados y pendientes de hormigonar, lo que ha provocado que todo el hierro se haya oxidado.

La empresa adjudicataria comenzará de nuevo el edificio polivalente, la mayor parte de cuya superficie fue construida bajo rasante. Para ello tiene un plazo de 18 meses, aunque los expertos calculan que los trabajos podrían estar listos en medio año, si el Ministerio de Fomento destina toda la financiación adjudicada a lo largo de 2011.

Lo más probable es que el plazo tan largo de ejecución se debe al reparto del presupuesto de las obras en varias anualidades, como se hizo en su día con las Casas Consistoriales.

Casi cuatro años justos ha tardado el Ministerio de Fomento en adjudicar la obra. El proyecto fue encargado hace más de dos años, tras proceder al rescate de la obra por la quiebra de la empresa Tecprogesa en 2007.

Los arquitectos de la nueva empresa adjudicataria, con sede en Valladolid, visitaron en los dos últimos días el Castillo, junto a técnicos del equipo de Fuensanta Nieto y Enrique Sobejano, que han dirigido en los últimos años el proyecto de rehabilitación del edificio histórico. Fuentes municipales indicaron que está previsto que en un plazo de quince días se lleve a cabo el acta de replanteo de la obra y se proceda inmediatamente después al inicio de los trabajos.

Derribo

Además del derribo y reconstrucción del edificio exterior al Castillo, situado justo al lado, habrá que terminar también los servicios y aseos, aljibes y los jardines y los accesos que conectarán la fortaleza histórica con el nuevo inmueble que la dotará de las instalaciones necesarias para convertirlo en un gran centro cultural.

En el Castillo sólo quedan por terminar unos flecos, ya que la rehabilitación estaba prácticamente concluida cuando se inició el edificio. Las obras de rehabilitación de la fortaleza se adjudicaron en 2001. Desde entonces han pasado diez años. En el mejor de los casos, tardará dieciocho meses en estar terminado.