- ¿Cómo valora que le concedan el premio Puertos?

- Muy interesante aunque llevo jubilado desde 2004. Lo he agradecido enormemente.

- ¿Usted colaboró en la llegada a La Luz de la flota de la antigua URSS. ¿Fue complicado?

- Era un trabajo bastante complicado. Mis jefes en Madrid habían tenido los contactos con estos señores. Las negociaciones se hacían a través de París. No había embajada, y se hacían en las cámaras de comercio.

- ¿En las negociaciones se mezclaría desde la política a la economía?

- Sí, sí. Todo era muy burocrático. Posteriormente, Vapores Suardíaz y Tabacos de Filipinas crearon Sovhispan, y eran los que hacían constantemente el trabajo de la flota rusa. Pero, al principio fue nuestro, porque Vapores Suardíaz formaba parte de la empresa polaca Polamerika Vasuardíaz.

- ¿Había muchas exigencias cuanto atracaban?

- Sí, sí. Era un control terrible, asombroso. También era lógico en aquella época.

- Era el periodo de la Guerra Fría...

- Exactamente. En realidad todos los problemas se solucionaban gracias a la buena colaboración que existía con las autoridades. Pero sí había mucho control, totalmente. Estábamos vigilados por todos lados.

- ¿Se llegó a hablar mucho sobre los espías?

- Era lo que se comentaba. Que era una especie de oficina de espías. Pero no era cierto. Eran todos colegas, compañeros y amigos. Todos eran trabajadores puros y duros. Está claro. En la empresa mía habría tres o cuatro compañeros polacos constantemente, que variaban cada dos o tres años, salvo algunas excepciones. Eran trabajadores con los que todavía sigo teniendo unas buenas relaciones con algunos de ellos. Mandan felicitaciones en fechas determinadas porque son muy católicos.

- ¿Era el tema de los espías más literatura de la época?

- Claro.

- ¿Pero sí venían acompañados de comisarios políticos?

- Sí, era así. Siempre había en los barcos estos comisarios políticos, que formaban parte del partido político. Cuando salíamos siempre había alguna persona que nos acompañaba. Y que mantenía las distancias.

- ¿La caída de la URSS acabó con esa gran flota?

- Claro. Al desintegrarse la URSS. Después trabajamos con los polacos, porque era una empresa mixta. La flota rusa pasó a trabajar con Sovhispan y nosotros seguimos con Polonia. Se trabajaba prácticamente igual.

- ¿Cómo ve desde fuera ahora la evolución del Puerto?

- Parece que despega un poco más. La labor parece buena, porque hasta ahora parecía que estaba dormido. Tanto con las plataformas y cruceros turísticos. Esperemos que aumenten los coches y la carga. Estamos caminando en la buena dirección. Pero sí creo que habría que tener mejores relaciones con los países africanos, porque el futuro está en la tricontinentalidad. Tenemos la costa africana ahí, y hay que aprovecharla.