El alcalde electo, Juan José Cardona, pretende reiniciar en tres meses las obras de las piscinas de Tamaraceite, La Cícer y el pabellón deportivo del Cono Sur, para lo que precisa, al menos, nueve millones de euros. Los proyectos, que se iniciaron entre 2006 y 2007, se encuentran paralizados desde hace más de tres años. La segunda fase del centro de ocio de la Cícer costará no menos de siete millones de euros y en cuanto a los complejos de Tamaraceite y Pedro Hidalgo, el nuevo equipo desconoce aún la financiación exacta que precisa y tampoco sabe de dónde sacará el dinero, pero aún así el nuevo regidor asegura que las obras saldrán adelante en 2011.

El nuevo gobierno no descarta utilizar la fórmula de la concesión a una empresa privada, que se encargaría a cambio de explotar los servicios deportivos, como vía para sortear la falta de financiación. La mayoría de Jerónimo Saavedra llegó incluso a hacer los estudios de viabilidad para ceder estos complejos a la iniciativa privada, pero hasta la fecha no han hecho nada. Según han denunciado en reiteradas ocasiones los populares durante los últimos años, los tres complejos de ocio están parados porque "no forman parte de la prioridades" de los socialistas.

El concejal socialista de Ordenación del Territorio, Néstor Hernández, se escudó hace unos meses, para no sacar la concesión de los complejos, en la falta de dinero del Ayuntamiento para hacer frente a la liquidación de 1,7 millones que reclaman las empresas adjudicatarias por la liquidación de parte de la obra realizada, y compensación por los retrasos en el polideportivo de Pedro Hidalgo y las piscinas de Tamaraceite.

En el complejo de la Cícer no existe ese problema, pues la actuación se paralizó cuando terminó la primera fase. Esta obra se ha convertido además en un grave problema de salud pública porque la inundación de la zanja abierta es una charca maloliente, donde los mosquitos engordan. En cualquier caso, los socialistas justificaron la parálisis de los complejos de Pedo Hidalgo y la piscina de Tamaraceite por errores en los proyectos, que provocaron un sobrecoste en la obra.

Otro proyecto que el PP quiere desbloquear es la remodelación del barranco Guiniguada, aunque aquí no se lo toma con tanta urgencia. De momento, quiere conseguir que el Gobierno canario destine a la obra los 80 millones de la variante de Bañaderos, cuya ejecución está paralizada por los tribunales.