Las altas temperaturas que están achicharrando a la isla de Lanzarote pueden hacer verdaderos estragos en el campo lanzaroteño. Las temperaturas, que en algunas zonas de La Geria han superado los 40 grados, podrían terminar por devastar una cosecha que antes de la ola de calor estaba previsto que fuera una de las peores de la historia de la isla.

El presidente del Consejo Regulador de los Vinos de Lanzarote, Javier Betancort, señaló ayer que será a finales de esta semana cuando se realice una evaluación en profundidad de los daños que el calor haya podido producir en las uvas. "Está claro que el tipo de cultivo de las viñas en Lanzarote (donde los racimos están prácticamente en el suelo para protegerse del viento) es más vulnerable al calor dado que la uva sufre mucho más al estar en contacto con la tierra", señala.

Más emergencias

El fuego que en algunos momentos se sentía en Lanzarote provocó un aumento significativo de las emergencias. Los responsables de Cruz Roja en Arrecife aseguraron ayer que habían atendido alrededor de 15 personas por síntomas relacionados con las altas temperaturas.

Golpes de calor, lipotimias y algún que otro desvanecimiento fueron algunas de las causas que motivaron la actuación de los miembros de Cruz Roja. No obstante, desde la ONG no descartan que otras de las emergencias estuvieran relacionadas también con las altas temperaturas de los dos últimos días.

Una ligera calima, que se podía apreciar en el horizonte como una mancha de arena, fue la culpable de la sensación de sofoco que se tuvo durante todo el día en Lanzarote. Una humedad que se pegaba a la ropa y que obligaba a beber todo tipo de líquidos de forma continua. A partir de las seis de la tarde fueron muchos los lanzaroteños que literalmente se echaron a las playas para aliviar el bochorno. De hecho, a las ocho de la tarde la playa de El Reducto estaba repleta de bañistas.