La llegada del verano fue celebrada ayer por las miles de personas que tuvieron la suerte de disfrutar de un día de playa en Las Canteras. Junto a termómetros que marcaban los 37 grados, los usuarios aguantaron horas y horas en la arena gracias al aire que refrescaba considerablemente el ambiente.

Pero los que más se alegraban de la subida de las temperaturas no se encontraban en el agua, sino trabajando en el paseo. Bazares, restaurantes, cafeterías y heladerías no podían ocultar la emoción ante la llegada del buen tiempo.

"¡Ojalá no se vaya el sol! Ya era hora de que llegara después del año tan malo que hemos tenido por culpa de la crisis y del mal tiempo", pedía María José Campaña, dueña de un bazar que ha visto subir notablemente las ventas en estos dos días pasados.

Otros comercios, como las heladerías, no han parado desde el lunes, sobre todo, al caer la tarde. "Un montón de gente. No hemos tenido tiempo ni para descansar un segundo. Pero contentos, claro, muy contentos", aseguraba la trabajadora de una heladería que no tenía ni un instante para hablar.

En cambio, en la otra parte de la isla las altas temperaturas provocaron ayer que las calles céntricas del Sureste y Sur se encontraran prácticamente vacías. Los termómetros superaron los 35 grados en Agüimes, Santa Lucía y la costa de San Bartolomé de Tirajana, aunque varios vecinos aseguraban que el clima estuvo ayer mejor que el pasado lunes. Sin embargo, los restaurantes y bares de Vecindario y del Faro de Maspalomas vieron reducida su clientela. De suyo las terrazas de la avenida de Canarias de Vecindario estaban vacías, pese a que abrieron los laterales de los toldos para que corriera el aire.

Por su parte, la dueña del restaurante La Bodega del Faro de Maspalomas, Andrea Mayor Lorenzo, dijo que "hay mucho calor y sólo lo soportamos bebiendo agua". "Estas altas temperaturas influyen bastante en nuestros negocios, porque la gente no sale a la calle, se quedan en el hotel y quienes lo hacen se van a la playa", apuntó Andrea Mayor.

"Los días de calor nos perjudican mucho, ya que en verano tenemos menos clientes que en la temporada alta de invierno", añadió. La propietaria del restaurante La Bodega prevé que "el verano va a ser mucho peor, sobre todo los meses de julio y agosto, porque ya en junio lo estamos sufriendo".

Por su parte, los taxistas de San Bartolomé de Tirajana Juan González, Juan Luis Caballo y Pedro Mayor coincidieron en apuntar que "estos calores hacen que la gente se quede en las piscinas o se vaya a la playa, por lo que nosotros tenemos menos servicios y, por lo tanto, menos negocios".

"La gente que se mueve es porque tiene necesidad", dijo Juan González. "Vamos a tener un verano apretado, que nos va a perjudicar a todos los taxistas", indicó Pedro Mayor.