El alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Juan José Cardona, admitió el pasado lunes en el Club LA PROVINCIA que está manteniendo contactos con distintas empresas interesadas en gestionar el futuro complejo de deportes y ocio de La Cícer a cambio de acabar las obras antes de un año. A pesar de reconocer estos contactos, la concejala de Urbanismo y primera teniente de alcalde, María del Carmen Hernández Bento, matizó ayer que la concesión administrativa para la explotación de estas instalaciones se hará mediante concurso público.

"Estamos de acuerdo en que la obra de las piscinas de La Cícer son una prioridad para nuestro gobierno y por eso vamos a optar por la cesión de la gestión a una empresa privada por unos determinados años a cambio de acabar la obra", aseguró Hernández Bento ayer. La edil agregó que se ajustará el proyecto de La Cícer de tal manera que al menos una o dos fases de las piscinas puedan ponerse a disposición del público en un año.

La primera teniente de alcalde confirmó que "varias" empresas ya se habían puesto en contacto con el Ayuntamiento para interesarse por esta concesión administrativa pero descartó que la adjudicación se vaya a hacer a dedo y defendió que estos contactos no influirán en el posterior concurso. "La concesión se hará mediante concurrencia pública y abierta para que se presenten libremente todos los interesados". En este sentido, Hernández Bento reconoció que hoy mismo ella y el alcalde prevén reunirse con una de esas empresas interesadas pero rehusó dar nombres.

Por su parte, el grupo municipal del PSOE mostró ayer su alarma por estos contactos. "No debe olvidar el alcalde que las obras públicas deben ser adjudicadas mediante concurso, garantizando la libre concurrencia. Por lo tanto, no es un buen comienzo reunirse con una empresa concreta, pudiendo transmitir la impresión de pretender dar preferencia a una determinada empresa", aseguraron los socialista en un comunicado, donde también manifestaban que se mantendrán "vigilantes" ante ésta y otras adjudicaciones municipales.

La obra de La Cícer acumula un retraso de más de siete años desde que se eligió el proyecto ganador del concurso de ideas a finales de 2003, un certamen que ganaron los arquitectos Ángel Casas, Flora Pescador y Vicente Mirallave. Finalmente la obra no comenzó hasta 2006 y se paró definitivamente en 2009, cuando se llevaban gastados algo más de siete millones.

Aunque Bento no quiso hablar de cifras se calcula que la finalización de la obra cueste a la empresa adjudicataria algo más de 20 millones de euros. A cambio, cobrará a los vecinos por el uso de las piscinas y del futuro spa. "Aunque eso ocurra, el Ayuntamiento se reserva el control sobre los precios, como ya se hace en Las Rehoyas", dijo.