La guagua municipal ya es el medio de transporte habitual entre los notificadores judiciales después de que desde la Administración de Justicia se vetase a los funcionarios que se encargan de repartir las comunicaciones el transporte en taxi.

La noticia los cogió por sorpresa el pasado martes 12 de julio, cuando la cooperativa de taxis que les suministraba el servicio les comunicó que tenían la orden de no volver a llevarles a ningún sitio a no ser que ellos mismos se pagasen su propio transporte.

Sin embargo, a primeros de julio sí fueron avisados, a través de un comunicado, de que el uso del taxi era cosa del pasado y que deberían utilizar la guagua porque había "una deuda de 24.000 euros con la cooperativa y no había más dinero para mantener el servicio".

Fuentes judiciales aseguraron ayer que, en aquel momento, se comunicó a la Administración de Justicia que era imposible que los notificadores llegasen caminando o en guagua a muchos de los lugares a los que hay que ir a entregar notificaciones judiciales -como Mercalaspalmas, Marzagán, el final del Puerto y zonas de Tafira Baja, entre otros- y que, al menos, era necesario mantener para unos pocos el servicio de taxis.

La petición, al parecer en un principio aceptada, se incumplió y, en los pocos días que ya han pasado desde la entrada en vigor del uso de las guaguas, han tenido que "devolver a los juzgados 200 diligencias", explicaron desde el Servicio Común de Notificaciones.

Desde el Juzgado de Primera Instancia número 2 de Las Palmas de Gran Canaria avisan de que si la situación no cambia de aquí a septiembre, "los problemas pueden llegar a colapsar el sistema de notificaciones y las suspensiones de vistas y actos señalados se pondrán a la orden del día".