| Amnistía. Cuando en abril de 1969 se decretó la amnistía para todos los perseguidos por ideas políticas Pedro Perdomo se atrevió a salir a la calle. Fue hasta la primera comisaría y se entregó. Allí le dijeron que podía irse a casa tranquilamente pero el topo tenía tanto miedo que se esperó a que lo detuvieran. Finalmente dos policías lo acompañaron hasta casa de su hermana porque no quería irse de la comisaría.

| Reclusión. Dos días después de entregarse LA PROVINCIA contaba su increíble historia. En un reportaje de la época, Pedro Nolasco contaba cómo había vivido 16 años en un cuarto de tres metros cuadrados sin ventanas y cómo su único entretenimiento fueron los cigarrillos, a los que era muy aficionado, y la lectura de prensa.

| Montón. En esa misma crónica, el topo de La Isleta aseguraba cómo apilaba las revistas que de vez en cuando le traía su hermana al escondite en un montón. De esta forma, cuando se olvidaba de ellas, volvía a coger las de abajo del montón y las releía como nuevas.