Las Palmas de Gran Canaria 2016 se convirtió para los habitantes de los cuatro riscos de la capital en la vía para cambiar la realidad de sus barrios. Una ilusión que no quedó truncada, pese a no conseguir el título de Capital Europea de la Cultura, porque el alcalde, Juan José Cardona, se comprometió a seguir adelante con los proyectos de 2016.

Un local de la calle Domingo Guerra del Río del Risco de San Nicolás, subvencionado con el dinero de la candidatura, servía como sede de todas estas inquietudes. Allí se reunían los vecinos para debatir las propuestas de la asociación Hurbmana, bajo el lema Engánchate al Risco. Pero el local cerró días después del fallo del jurado y con él se fueron las esperanzas de los vecinos.

El inmueble era el centro neurálgico de la recuperación de los cuatro riscos (San Nicolás, San Roque, San Juan y San José), una propuesta de la asociación Hurbmana que gustó mucho al jurado en la primera criba de la selección y que se convirtió en la baza principal de la candidatura de Las Palmas de Gran Canaria 2016.

Pero días después del fallo del jurado, que elegía a San Sebastián como Capital Europea de la Cultura 2016, el centro cerraba sus puertas. El alquiler estaba pagado con el dinero dirigido a la capitalidad y éste se cancelaba. Ahora que el Ayuntamiento siga adelante con este proyecto está en el aire.

"¿Si iba a seguir adelante con la remodelación por qué el alcalde dejó que se cerrara el local?", pregunta Lidia Álvarez, que colaboró con el centro en el que estaba previsto que este verano tuvieran lugar talleres para niños. "Se iban a ofrecer actividades para que los más pequeños no se pasaran el verano en la calle", recuerda esta madre.

La asociación sin ánimo de lucro Hurbmana aclara que seguirá adelante con el proyecto Engánchate al Risco que se empezó a fraguar antes de que la capital fuera designada finalista. La finalidad es recuperar solares e inmuebles para uso vecinal utilizando la pala lo menos posible, es lo que se ha acuñado como acupuntura urbana. Una idea que nace con San Nicolás, pero que con el tiempo se haría extensible a los otros tres riscos de la ciudad. "Con o sin local seguiremos trabajando", asegura Esther Azpeitia, arquitecta de Hurbmana, grupo compuesto por una decena de profesionales de diversas disciplinas.

En concreto, en el Risco de San Nicolás la asociación tiene proyectados siete solares que se pueden convertir en parques o en cines al aire libre. Además, uniendo estos espacios se crearía una ruta cultural. Unas propuestas que fueron consensuadas por los propios vecinos que por primera vez tenían voz y voto en el destino de su barrio.

Como ejemplo de esta implicación ciudadana, los muros ubicados frente al local de Guerra del Río empezaban a decorarse con las fotografías de los niños del barrio. Ahora todo eso se ha perdido, al menos, de momento.

"Era nuestro local de reunión. Ahora los niños y los jóvenes no tienen ningún lugar donde pasar el rato. Aquí no hay nada, ni siquiera unas pequeñas canchas", lamenta Ani Rosales, que recuerda cómo se movilizó el barrio para recibir al jurado de la Capital Europea de la Cultura a principios del pasado mes de junio.

Una de las actrices de la obra de teatro con la que se les dio la bienvenida era Paqui Peña, presidenta de la Asociación de Vecinos Unión del Risco. "En el local se daban actividades y talleres. Para nosotros era muy importante porque no hay nada así en todo el barrio", explica la líder vecinal.

Hurbmana espera ahora a que acabe el verano para ver qué idea tiene el Ayuntamiento. El alcalde ha defendido en varias ocasiones que todas las acciones que surgieron a raíz de la candidatura serán aprovechadas.