Algunas de las cuevas están siendo utilizadas para celebrar botellones y asaderos, a juzgar por los restos que han dejado en su interior y por las escandaleras que escuchan los vecinos que viven más cerca del yacimiento.

La valla perimetral que se colocó en 2007, a instancias del Cabildo de Gran Canaria, para proteger el yacimiento y la ermita se ha roto, y también las paredes de bloques que tapiaban las entradas a varias cuevas para proteger al conjunto de los saqueos. En el interior de las cuevas más grandes se han llegado a meter incluso colchones y otros enseres, lo que hace temer a los denunciantes de la presencia de okupas.

Vecinos de Ciudad del Campo y de Piletas han alertado a la Policía Local, así como a la concejala del distrito, Carmen Guerra, sobre el asalto, pero como los ataques se repiten han optado por recurrir a los medios de comunicación, preocupados por el futuro del yacimiento, que se está convirtiendo en un auténtico basurero. Simón Urbano Morera, vicepresidente de la asociación vecinal Ermita de San Gregorio, y Yerai Castellano, del colectivo ciudadano de Piletas, demandan al Ayuntamiento y al Cabildo de Gran Canaria que tomen medidas urgentes para proteger el yacimiento. Castellano advierte de que han desaparecido elementos que había en las cuevas, como parte de una piedra de molino.

Urbano y Castellano recuerdan que el yacimiento ha sido víctima de continuos ataques desde que se inició la expansión urbanística de Ciudad del Campo. El yacimiento, recuerdan, estuvo en peligro de desaparecer por una promoción que invadió los límites autorizados y, tras las denuncias de los vecinos, se valló el conjunto. "El Cabildo obligó a una constructora a limpiar todo el lugar y puso un cartel informativo a la entrada, pero el cartel ha desaparecido y cualquiera puede meterse ahora", se queja Castellano. "Hace varias semanas oímos varios taponazos por la noche, unos golpes muy fuertes y cuando vinimos aquí nos dimos cuenta de que estaban rompiendo las paredes de bloques que cerraban las cuevas. Nosotros lo único que pedimos es que se proteja esto y que se le dé uso". Este sitio, una imponente atalaya desde la que se divisa la iglesia de Arucas, "es ideal para crear un aula de la naturaleza y hacer visitas guiadas o cualquier actividad que permita conocer su valor. El otro día vino la policía porque la llamamos, pero tememos que los saqueos vuelvan otra vez. Aquí jugaban los niños de Piletas y no me gustaría que esto desapareciera porque forma parte de nuestra historia", afirma Castellano.

El conjunto arqueológico del Lomo de San Gregorio está catalogado como de alto interés, pues se trata de un asentamiento importante, compuesto por numerosas cuevas de habitación, que fueron labradas en la toba volcánica, así como cisternas para almacenar agua y canalillos abiertos en la piedra para conducir el agua. El conjunto troglodita fue ocupado después de los aborígenes por pastores, tras la conquista castellana.