De todo lo que he estudiado, esto ha sido lo más gratificante", explicaba Amanda Méndez, una joven de 19 años que la semana que viene termina su formación en Atención Sociosanitaria a personas dependientes. La Casa de Oficios Adsis Atajo aúna en varios metros cuadrados todos los medios formativos para tratar de relanzar las carreras profesionales de jóvenes en paro con edades entre los 16 y los 24 años.

Ayer celebraron su jornada de puertas abiertas para informar a todos los interesados en el trabajo que se desarrolla en el centro Atajo, en la Vega de San José. Durante todo el año un grupo de 24 jóvenes han tenido la oportunidad de salir de las listas del desempleo para ocupar su tiempo formándose y aprendiendo un nuevo oficio. "Los primeros seis meses los jóvenes se están formando en diferentes materias que luego pondrán en práctica en los siguientes seis meses", señalaba Rita Cruz, directora de la Casa de Oficios. Al finalizar el curso tienen título de gerocultor, cuidador de minusválidos, auxiliar de ayuda a domicilio y cuidador sociosanitario, entre otros aspectos.

En la jornada de puertas abiertas se dispuso toda la información para los interesados en varios talleres, como el de unidad de cuidados básicos de enfermería. Los propios alumnos habían hecho los folletos y esperaban tras la mesa para poder hacer demostraciones siempre que fuera necesario. En el taller de gerontogimnasia Ruth Acosta, Sonia Torrejón y Davinia Sosa explicaban a los presentes los ejercicios que habían aprendido. "Dependiendo de la persona y su necesidad hacemos un ejercicio diferente. Así a los mayores se les trabajan los músculos de la cara y se hacen ejercicios con pelotas de plástico, por ejemplo", expresaba Davinia mientras se colocaban para hacer una demostración con masaje en cara y pies.

En el taller de Enfermería Adrián González, de 21 años, contaba que había conocido Adsis por un familiar y después de probar varios meses se quedó enganchado a un trabajo "en el que se ayuda a los demás y el contacto es muy importante". A su lado, simulando ser un paciente encamado al que le están lavando los dientes, Igor García, confesaba haber encontrado la profesión que le queda como anillo al dedo. "Hice un ciclo superior de Frío porque mi familia me dijo que tenía futuro, pero nada más lejos de la realidad, cuando estaba en el paro me llamaron para empezar en la Casa de Oficios y encontré mi sitio. Me encanta trabajar con personas mayores", decía.

Como él, muchos son los jóvenes que encuentran una salida al desempleo a través de la oferta de la casa de Oficios Adsis Atajo. Pronto terminarán el curso y emprenderán el camino solos, tratando de encontrar un hueco en el hastiado mundo del empleo. Pero antes aprenderán jugando que buscar trabajo es un trabajo en sí, costoso y que se puede extender en el tiempo. El martes su búsqueda de empleo se encierra en una gymkana en la que pondrán en práctica todo lo aprendido durante el curso en cuanto a orientación laboral se refiere.