Unas 5.000 personas (4.500 según la policía local y 6.000 según datos de la organización) inundaron ayer las calles del centro de la capital grancanaria dentro del movimiento mundial de indignados con el lema "Unidos por el cambio global". Los manifestantes protestaban contra la prepotencia de la élite política, los abusos de la banca, los recortes sociales o la precariedad en el empleo. La marcha partió sobre las seis de la tarde de la plaza Tenor Stagno - en la trasera del teatro Pérez Galdós- y recorrió sin incidentes las calles Lentini, Triana y León y Castillo hasta llegar a Presidencia del Gobierno, donde se leyó un comunicado.

"Queremos trabajar, no emigrar", "que se bajen los sueldos políticos y banqueros", "si los de abajo se mueven, los de arriba se caen" o "más gestores y menos políticos ladrones" fueron las frases más coreadas por los manifestantes durante la marcha, que transcurrió en un ambiente festivo y relajado con asistentes de todas las edades, familias con niños, jóvenes y de mediana edad.

Matilde Perdomo, de 54 años y funcionaria, manifestó que acudía a la concentración porque considera que "las grandes revoluciones comienzan siempre en grupos pequeños" y porque "es la forma que tenemos los ciudadanos de decirle a los políticos ¡basta ya! y arreglen esto de una vez".

Taida Aguirre, de 31 años y maestra, no es optimista con el futuro. "Es que ya no creo en la clase política ni en sus promesas", reflexiona.

Al finalizar la marcha en la Presidencia del Gobierno se leyó un manifiesto consensuado por colectivos y plataformas ciudadanas, entre ellos el Movimiento 15-M. En la proclama, de más de 20 puntos, se pidió que "se garantice el derecho a la participación ciudadana en las decisiones políticas, una mayor transparencia de la Administración, la desaparición de los paraísos fiscales, el libre acceso a la información y al uso de las tecnologías y, en primer lugar, que los derechos de los pueblos estén siempre por encima de los deberes de los gobierno", entre otras demandas.

En Tenerife, unas 700 personas se manifestaron por las calles de Santa Cruz a ritmo de batucada. También Lanzarote y Fuerteventura se movilizaron en demanda de una mayor justicia social y en contra de los abusos. Barcelona y Madrid fueron las que lideraron las marchas más multitudinarias celebradas en unas 80 localidades españoles para demandar que los poderes establecidos actúen en beneficio de todos y no de unos pocos.