El arquitecto Joan Busquets, autor del proyecto del Guiniguada, aseguró este fin de semana desde Holanda, donde acaba de recibir el premio Erasmus -el más prestigioso que otorga la fundación cultural del mismo nombre a aquellas personas o instituciones han contribuido a la construcción de Europa-, que la crisis económica no debe ser usada por las administraciones públicas como excusa para frenar los proyectos urbanísticos, sino que lo que hay que hacer es "elegir bien y ver cuáles tienen prioridad para la ciudad".

El arquitecto se mostró contento de que el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Juan José Cardona, rescate de nuevo el proyecto que unirá Vegueta con Triana y que supondrá un coste de unos 50 millones de euros, aproximadamente.

El arquitecto reconoció que en estos años se han hecho proyectos mastodónticos en algunas ciudades que no han tenido utilidad para sus habitantes, pero aseguró que no es el caso del cambio urbanístico que se pretende en esta zona del casco viejo de la capital, que, con el paso del tiempo, ha "ahogado" un patrimonio con más de 500 años de historia.

Esfuerzo importante

"El proyecto es necesario. Es un esfuerzo importante, pero la ciudad y el barranco volverán a tener una imagen y un uso cívico para los ciudadanos. Se podrá ir caminando desde Vegueta al mar. Significará un cambio brutal, pero los ciudadanos no volverán a acordarse de cómo era la ciudad", dijo. Y puso como ejemplo el cambio espectacular que ha tenido Barcelona, que vivía de espaldas al mar, tras la recuperación de esa conexión con el Mediterráneo.

Joan Busquets, que se enteró por este periódico de que el alcalde quería volver a recuperar su proyecto y el de La Gran Marina para el istmo de Santa Catalina, señaló que este tipo de trabajos urbanísticos no son de un día para otro y que es normal que se tarde "cuatro años o más" en hacerse realidad.

"Son proyectos a medio y largo plazo", dijo Busquets en alusión a los años que lleva paralizada la actuación. A este respecto, aseguró que esa ralentización "no es tan grave", ya que se trata de obras que "necesitan su tiempo porque suponen un esfuerzo económico importante". El experto urbanista puntualizó que se "son proyectos que deben pasar por varias administraciones y personas que rigen la ciudad y cada uno tiene su propia valoración".