"Un depredador sexual". Así es como califica el fiscal, Pedro Gimeno, a Fernando Torres Baena, el presunto líder de la secta del kárate y creador de "un conglomerado de técnicas psicológicas de manipulación tendentes a obtener la sumisión de aquellos menores hacia los que ha sentido algún tipo de inclinación o apetencia sexual. Era un "héroe o dios deportivo" que, según expone el ministerio fiscal, cometió presuntamente un total de 36 delitos de abusos sexuales, 13 de corrupción de menores y un delito de tenencia ilícita de armas. Por todos ellos, la Fiscalía solicita que se le condene a 303 años de prisión y pide que abone un total de 82.000 euros.