Ivonne González Herrera era supuestamente la segunda lugarteniente de Fernando Torres Baena. Al igual que María José González Peña, se encargaba de buscar menores "con el propósito de mantener la adecuada renovación de las víctimas. Ellas dos "impartían sus conocimientos ahora como monitoras hacia lo que se conocía en el sector como 'Gimnasio T.B.', lugar que convirtió en su centro de operaciones, junto con su residencia sita en la urbanización El Edén. Ella también participaba en los supuestos encuentros sexuales con menores. La Fiscalía le acusa de 19 presuntos delitos de abusos sexuales y cuatro de corrupción de menores. Por ello, solicita una pena de 146 años de prisión y 57.000 euros.