La Guardia Civil trasladó ayer al joven Iván L. B. desde la isla de La Graciosa, donde deambulaba desde hacía varios días y viviendo gracias a la ayuda y generosidad de los gracioseros, hasta las dependencias del Instituto Armado en Costa Teguise por un requerimiento judicial del Juzgado de Menores número 2 de Las Palmas de Gran Canaria. Está previsto que a lo largo de la mañana de hoy Iván pase a disposición judicial en los juzgados de Arrecife, donde se determinará su situación.

Un requerimiento que coincidía ayer con una grave crisis que le llevó incluso a autolesionarse con un cristal en el interior de una obra abandonada de La Graciosa. De hecho, antes de subir al barco, este joven tuvo que ser atendido por el médico del centro de salud de La Graciosa para curarle las heridas leves que se infligió tanto en sus dos brazos como en el tórax.

La alarma en torno a la grave situación de desamparo de Iván saltaba a media mañana de ayer cuando unos vecinos de La Graciosa descubrían, junto a unos contenedores de basura, la ropa con restos de sangre que había llevado el día anterior. En ese instante se ponía en marcha un dispositivo de búsqueda a cargo de la Policía Local, el agente de la ONG de Emergencia y Rescate (Emerlan) y muchos de los vecinos de la octava isla que se presentaron para localizar el paradero de este joven.

Un joven que desde hace seis meses deambula por las islas después de que tras cumplir su mayoría de edad el centro de menores en el que residía decidiese dejarlo en la calle a pesar de sus problemas de epilepsia y discapacidad intelectual severa.

"Este chico no puede estar en la calle". La concejala del Ayuntamiento de Teguise para La Graciosa, Alicia Páez, destacaba ayer los esfuerzos que estaban realizando todos los vecinos de la octava isla para lograr que Iván se tomara su medicación. La concejala fue la misma que el pasado martes acudía con Iván al médico para buscar las medicinas que necesita tomar a diario.