La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y la plataforma Conciencia Social recordarán este viernes en un memorial al estudiante de la institución Iván Robaina, al que asesinó a patadas el 7 de diciembre de 2008 un grupo de jóvenes en una zona de copas de la capital isleña.

El I Memorial Iván Robaina, que tendrá lugar entre las 18.00 y las 20.30 horas en la Facultad de Traducción e Interpretación de la ULPGC, donde estudiaba el fallecido, le rendirá homenaje y también será un foro de debate sobre la violencia juvenil y un ejemplo de la "valía, el talento y la voluntad de hacer las cosas bien" que, como Iván, tienen los jóvenes organizados de Las Palmas de Gran Canaria, ha resaltado el rector de la que era su universidad, José Regidor.

Para Rafael Robaina, padre del fallecido, esta iniciativa del Aula de Etnografía y Folclore de la ULPGC y la plataforma Conciencia Social se promueve al calor del sentimiento de que "Iván ha dejado de ser el hijo de mucha gente" y ha de ser un foro donde "se tiene que reivindicar que este tipo de sucesos no ocurran nunca más".

Robaina ha manifestado en una rueda de prensa que, tanto a él como a su mujer, "lo que les queda de Iván es un orgullo de que sirva, al menos, como un símbolo social para denunciar hechos tan lamentables" como fue para su familia y amigos su muerte "injusta", por la que la Audiencia de Las Palmas condenó en octubre de 2010 a tres jóvenes a 17 años y seis meses de prisión.

Por ello ha confiado en que el memorial de mañana, que cerrará la parranda de la ULPGC con la canción "Conciencia Social", dedicada al fallecido, "sea un acto multitudinario que refleje la conciencia social que debe despertar el caso de Iván y su mismo nombre".

El padre de la víctima, que es también profesor de la ULPGC, ha agradecido la sensibilidad que la institución académica ha mostrado ante la muerte violenta de su hijo y ha considerado que este hecho, "que no ha sido el último", ha cambiado la forma en que la sociedad percibe "el más mero acto de violencia" que se produce.

Así, a su juicio, la conmoción que causó la muerte de Iván ha propiciado que actos violentos como los que acabaron con su vida "solivianten un poco más" a la gente, que aún recuerda la suerte que corrió su hijo en una calle "maldita", tal y como la denominó hace días el conductor de un taxi en el que iban sus padres.

Rafael Robaina ha considerado que esta mayor reprobación social ante actos de violencia juvenil no quiere decir que estos comportamientos hayan dejado de ser "una patología inherente a algunas personas", contra las que debe existir una "justicia ejemplarizante", como hubo en el caso de su hijo, y una prevención "estrictamente policial".

Sin embargo, en su opinión, la educación, e iniciativas como la que se celebra mañana, son lo más importante para "sembrar la pedagogía de lo perjudicial que puede llegar a ser dar una patada".

"Al final, si estos sucesos se canalizan con aceleradores de la opinión pública, la sociedad entenderá que los jóvenes no tienen por qué ser así, de ahí que apoyemos este tipo de iniciativas", ha aseverado Robaina.

En todo caso ha admitido que tras recibir "la peor noticia" que puede recibir un padre, "para la que no existe ni nombre", él ha pasado por la fase del luto y ha aceptado su muerte, lo que no ha evitado que "psicológicamente esté al 80 por ciento", aunque, a su juicio, mucho mejor que si hubiera optado por aferrarse a "los recuerdos" y pensar, a través de ellos, que su hijo sigue con ellos.

Rafael ha subrayado que para él y su esposa ha sido "fundamental" el arrope social y el cariño que les han dado sus numerosos amigos, algo que, según ha dicho, "sin ser una receta", sin duda agradecerá todo aquél que se encuentre en un "trance" similar, al menos, a ellos les "ha servido".

Los padres de Iván han conocido en estos años otros casos como el de la muerte de su hijo porque la gente les llama, sobre todo a su mujer, porque es "más fuerte" que él, según ha manifestado.