La ambiciosa rehabilitación de la playa de La Laja se quedará finalmente en el ajardinamiento del entorno y el arreglo del mirador, en el que se ha habilitado un rockodromo, un parque infantil y la escultura de El Tritón. Como estaba previsto, la Dirección General de Costas ha rechazado la construcción de las piscinas, la actuación estrella del proyecto, debido a su impacto en la zona, y a estas alturas tampoco da tiempo de terminar, antes de que finalice el año, el resto de obras previstas en la zona de dominio público marítimo-terrestre. Entre esas obras se planeó un balneario, un pequeño quiosco con terraza y una serie de paseos en el extremo norte de la playa que están aún pendientes de la autorización de Costas.

Sin embargo, aunque Costas hubiese dado ya la autorización para hacer las obras dentro de la zona marítima, tampoco habría sido posible afrontar la misma porque la empresa adjudicataria, la sociedad Volconsa, inició un proceso concursal (la antigua suspensión de pagos) el pasado mes de octubre, una circunstancia que ha impedido rematar las actuaciones realizadas en tierra. El proyecto parece gafado desde que una parte de las obras, las que se realizaban en el dominio marítimo, fueron paralizadas en octubre de 2010, tras una denuncia por no contar con la autorización de Costas.

Y esto no es todo. El Ayuntamiento se arriesga también a perder el millón de euros que ha gastado en las obras realizadas. La actuación tenía un presupuesto de 1,68 millones de euros. La concejala de Servicios Públicos, Carmen Guerra, señaló que la obra que no afecta al dominio marítimo terrestre "está prácticamente terminada". La edil aseguró que se ha solicitado que pague la parte de la obra finalizada al Ministerio de Administraciones Públicas, ya que la actuación forma parte del plan Zapatero, que establecía este mes como fecha límite para terminar el trabajo.

Guerra reconoció que no será posible hacer el balneario y el quiosco con el dinero del fondo estatal, pero señaló que el Ayuntamiento "buscará la financiación necesaria si Costas nos da autorización para ejecutarla".

Un portavoz de Costas se limitó a decir que el Ayuntamiento "ha aceptado recientemente las condiciones" que le impuso este organismo "por las que se podría otorgar la concesión de ocupación de unos 8.466 metros cuadrados de dominio público marítimo-terrestres con destino a la ejecución del proyecto" y que tienen que ver con la renuncia municipal a hacer las piscinas.