- ¿Va a seguir participando del Carnaval después de que haya dimitido como presidente de Los Chancletas?

- Este año lo que haré, después de 31 años de actividad en la murga, será verlos tranquilamente en el parque Santa Catalina, porque tampoco tiene uno la edad de estar por ahí por las noches. Veré los actos en los que pueda estar cómodo y sentado, lo que nunca he hecho. Jamás he visto un concurso sentado entre el público y tranquilo.

- ¿Qué ocurrió para verse obligado a dimitir después de ganar el primer premio?

- El año pasado ya hubo un movimiento de un grupo de gente que quería que hicieran elecciones dentro de la murga. Se hicieron y las gané otra vez y ese grupo se marchó y fundó otra murga en La Isleta. Pues de los que votaron en contra mía y se quedaron en la murga, formaron otro grupito en torno al director [Tito Rosales] y me dijeron "o dimites o nos vamos". Y yo, por el bien de la murga, me dije, me voy que ya llevo muchos años y ya me toca descansar. Ahora estoy más relajado. Antes estaba más en tensión, discutía con la gente y me peleaba en todos lados. Mejor así.

- ¿Siente entonces que le han expulsado de su murga?

- Sí, por supuesto. Aunque yo me haya marchado porque dimití, yo lo que no puedo es aguantar un desorden, un relajo y una indisciplina. Podían haber hablado conmigo antes de llegar al extremo que llegaron o esperar a que se venciera el mandato cuando acabe el Carnaval 2012. Pero para evitar enemistades preferí irme.

- ¿Qué provocó ese desencuentro con el resto de los componentes?

- Después de 31 años parece que no les gustaba mi forma de gestionar. A mi me gusta la disciplina, el orden... la murga es un relajo con orden pero cuando no hay orden es una anarquía, un desastre y cada uno hace lo que le da la gana. Y por lo que veo ni al director, que fue el que delante de todos me presentó el ultimátum, ni al grupo que le siguió les gusta el orden.

- ¿Tiene malas relaciones con los que se han quedado en la murga?

- No, para nada. Las Lady Chancletas me suelen llamar con frecuencia y los chicos de la murga siguen llamándome para pedir alguna ayudilla y contactos. Lo único que he hecho es no ir por la sede con frecuencia. En general hay buenas relaciones aunque hay algún elemento que no me quiere ni ver por allí y que me faltó al respeto.

- ¿Va a cambiar de murga?

- No, claro que no. Soy socio de Los Chancletas, lo seguiré siendo, voy a ir al Parque y me alegraré si ganan. Seré chancleta hasta que me muera.