Los jóvenes discapacitados grancanarios Víctor M. M. e Iván L. B. no estarán solos esta Nochebuena. El primero cenará con su familia en Gran Canaria y el segundo se sentará a la mesa con familias de La Graciosa, donde vive desde hace un mes.

Después de llevar doce días ingresado en la Quinta de Reposo, Víctor M. M. pasará la Nochebuena en casa con su familia. El joven discapacitado, que creció en centros de acogida al amparo de las instituciones canarias, llevaba doce días ingresado en la Quinta de Reposo de Santa Brígida a donde tendrá que volver cuando termine el fin de semana. Víctor fue expulsado de su hogar de acogida cuando cumplió 18 años el pasado mes de octubre y todavía no tiene una ubicación estable.

"Está muy ilusionado con venir aquí estos días", decía ayer su madre, María Melián, impaciente por verlo aparecer por la puerta de su hogar en el norte de Gran Canaria. Los familiares de Víctor estaban tan nerviosos con la buena notica que no se habían detenido a pensar en los detalles del encuentro. "Prepararemos cualquier cosa para comer. Lo importante es que estemos todos juntos, como si comemos un puñao de gofio", comentaba la pareja sentimental de la madre, Juan Ojeda.

Víctor fue trasladado a la Quinta de Reposo el martes de la semana pasada tras sufrir una crisis en el centro donde era atendido. El joven, natural de Arucas, espera estos días a que las autoridades determinen dónde va a residir a partir de ahora, ya que los especialistas reconocen que la Quinta de Reposo no es el mejor lugar para él. Por su parte, su madre, también con una discapacidad y a la que le fue retirada su custodia cuando tenía cuatro años, quiere que el chico vaya a vivir con ella a su casa de Arucas.

Desde finales de noviembre Iván L.B. es un habitante más de La Graciosa, un islote situado al norte de Lanzarote. Este joven de 18 años, que por ahora ha rechazado el ofrecimiento del Cabildo de Lanzarote y el Ayuntamiento de Teguise para que resida en uno de los pisos tutelados que gestiona la Agrupación para la Defensa del Paciente Psíquico El Cribo en Arrecife y deje de deambular por las calles de La Graciosa, pasará esta Nochebuena lejos de su familia, que vive en Gran Canaria.

"No me quiero ir de aquí"

"Yo quiero seguir en La Graciosa. Aquí me tratan bien, los considero mi familia y si me buscan algún sitio en el que quedarme, que sea en La Graciosa", le dijo Iván hace unos días a los técnicos de Servicios Sociales que se trasladaron hasta Caleta de Sebo para hablar con él. Iván ha vuelto a dormir en la caseta que tiene en el camping de El Salao. "Parece que ya no le tiene miedo a la oscuridad", comentó un vecino.

El 5 de diciembre la juez del Juzgado de Primera Instancia nº 5 de Arrecife que le tomó declaración, desistió de ordenar su internamiento en un centro, pese a que el chico tiene una discapacidad psíquica del 40%, porque consideró que su enfermedad se puede tratar con ayuda médica ambulatoria.

Como un graciosero más, Iván se sentará esta noche a la mesa de las familias que lo han invitado a comer. Desde que llegó a la isla no le ha faltado ni ropa ni comida ni cariño. Compartirá con ellas el menú típico de estas fechas, aseguró la concejala de Teguise delegada para La Graciosa, Alicia Páez. Merluza, cabrito y truchas de postre serán algunos de los platos que compartirán con Iván, que ya tiene hasta ropa para partir el año.