Música de la tierra, de la otra orilla, canciones navideñas y un generoso repaso al repertorio de Los Gofiones. Con esta premisa y el enérgico fraseo de Perico Lino en Campanas de Vegueta en una lectura distinta a la versión más popular, arrancaba anoche en la Plaza de Santa Ana el tradicional concierto navideño de Los Gofiones. La plaza a rebosar, con unas 5.000 personas, según las estimaciones de la Policía Local, todas expectantes ante un espectáculo que ayer celebraba su 24º edición.

Público sentado hasta agotar las sillas, el más previsor que llegó con tiempo antes de las 21.00 horas, y de pie, sobre cualquier superficie que le reportara una amplia visión del escenario que presidía el frontis de las Casas Consistoriales. El goteo de público no cesó durante las casi dos horas y media de un espectáculo al que nadie se resiste, y del que todos los allí presentes quisieron participar batiendo palmas, doblando las voces y coros, e incluso marcándose unos pasos emulando a los ágiles componentes de la Agrupación Folclórica Entre Amigos, del Valle de Jinámar.

"El concierto va a tener un ritmo de vértigo, es impresionante cómo responde la gente año tras año, y cuando acabe el concierto el público tendrá la sensación de haberse de una montaña rusa, y perdona que en un minuto entramos". Dicho y hecho. Las palabras de Víctor Batista, director musical de Los Gofiones se cumplieron, sabedor de que a poco que comenzaran a desgranar repertorio aquello sería un tenderete colectivo.

Tras Campanas de Vegueta, poco espacio hubo para la palabra gratuita. Con el concierto estructurado entre folclore, piezas latinas y villancicos, y las composiciones más señeras de su último disco Estameña, la noche de Los Gofiones comenzó a rodar con Los Reyes Magos, para entrar en materia con Sorondongo Majorero, el tema que abre su más reciente repertorio; la folía de aires y voces tinerfeñas Soñando con ella, en las voces de David Muñoz y Blanca Casañas; Donde estás San Nicolás, otro villancico; Aires de Lima de La Palma, del nuevo disco con Antonio Tonono Ortega de solista; Navidad Guanche, el gesto navideño de los palmeros Taburiente; el sentido Arroró (Gofiones); más de Estameña, con Isa de Salón y Cumbre y Malagueña de los novios con la voz de Lidia Moreno; y un homenaje a los tres maestros de la última generación de timplistas canarios en Tres timples, que marcaba un punto y seguido en la secuencia musical de la noche.

Vista a la otra orilla, a Argentina, con Oración del remanso y Qué hermoso sueño soñé; parada en Lanzarote a ritmo de malagueñas y seguidillas, con los hermanos Corujo; Gran Canaria, en la voz de David Muñoz; Chiquilla mía; Año nuevo, villancico de Gloria Estefan cantado por Tania Gil; Mazurca de la Serenata; Baile del Vivo, Isa del Milagrito, y un popurrí cubano con La negra tomaba, para entrar en la recta final del concierto, ya en pose parrandera, con Lo divino, Chip Chip, La casita de papel, El cambullonero, Andrés repásate el motor, Somos Costeros, e Islas Canarias.