El Independence of the Seas, atracado en el Puerto de la Luz y con un pasaje de 4.200 cruceristas, realizó ayer un simulacro de salvamento tras el naufragio registrado en las costas de Italia. La maniobra consistió en el arriado e izado de sus botes salvavidas, una operación que se efectuó con una mayor diligencia que en otras ocasiones. Además, a su tripulación se le ordenó no hablar con los pasajeros que le preguntasen por el accidente del Costa Concordia.

El naufragio de este barco junto a la isla de Giglio no afectará al boom que registra el turismo de cruceros en los Puertos de Las Palmas. Las consignatarias Berge Marítima y Hamilton y Cía descartaron ayer que el trágico accidente ocurrido pueda repercutir en la llegada de cruceristas. Las previsiones apuntan a que para 2012 lleguen a los recintos portuarios de la provincia unos 770.000 turistas, una cifra similar a la del pasado año, que supuso un aumento del 14%.

El turismo de cruceros trabaja con casi dos años de antelación sus reservas y sus consignatarias con sede en Las Palmas de Gran Canaria consideran que "en principio" no afectará a este pujante sector turístico que ha devuelto a la capital la estampa de estos megabarcos de pasajeros y el tránsito de sus miles de ocupantes por el muelle y el parque Santa Catalina.

"Es un accidente inexplicable y ya están buscando culpables. Desgraciadamente es algo que pasa pero también sucede en los aviones y nadie deja de coger un avión. Con los cruceros es igual y ya han pasado otros incidentes y la gente sigue viniendo". De esta forma se manifestó el consejero delegado de Hamilton y Cía, Pedro Suárez, para quien ahora lo que resta es conocer la causa y tomar las medidas necesarias "para que no vuelva a ocurrir".

Es más, la época dorada que registra este segmento turístico en el Archipiélago canario señala que, si bien en 2012 se mantendrán las espectaculares cifras de pasaje del pasado año, para la temporada 2013 se alcanzarán "nuevos récord" en la llegada de cruceristas, según adelantó Suárez.

Ruta segura

Las consignatarias coincidieron también en que las rutas de los cruceros en Canarias son más seguras por la profundidad de las aguas que las del Mediterráneo. Además, los cruceros que vienen y salen de los puertos isleños están controlados por el Centro de Control Marítimo que les hace las indicaciones. "Es muy difícil que aquí pase algo como en Italia ya que todos los puertos tienen un calado tremendo y los cruceros no pasan por toda la costa", indicaron desde Berge.