Las Palmas de Gran Canaria cuenta desde hoy con un carril de bicicleta de más de 12 kilómetros en la zona baja de la ciudad, tras la inauguración del nuevo tramo que une los barrios de Alcaravaneras y Santa Catalina, según ha informado hoy el Ayuntamiento en un comunicado.
El alcalde, Juan José Cardona, junto al concejal de Movilidad Ciudadana y Medio Ambiente, Ángel Sabroso y la edil de Accesibilidad y Mantenimiento de la Red Viaria, Gloria Marrero, han inaugurado el nuevo tramo, que supone un paso más en la apuesta del Consistorio por el transporte alternativo y la movilidad sostenible, indica la nota.
El proyecto, que conecta el distrito Centro con el de Isleta-Puerto-Guanarteme, consiste en un carril bidireccional, que permite un recorrido extra de circulación para los ciclistas de 380 metros.
El carril está dividido en dos tramos, el primero une la plaza de los Olímpicos Canarios con la rotonda de la Base Naval (200 metros) y el segundo se extiende desde la citada rotonda hasta el paseo paralelo al muelle de Aviación (180 metros).
Para Cardona, esta nueva infraestructura supone "el pistoletazo de salida hacia una movilidad integral en Las Palmas de Gran Canaria bajo criterios de sostenibilidad y medio ambiente, garantizando a los ciclistas un tramo continuo por toda la Avenida Marítima desde el Muelle Santa Catalina hasta San Cristóbal".
Los trabajos han tenido una duración de once semanas y han supuesto una inversión de 160.000 euros del contrato municipal de mantenimiento de la red viaria, ejecutados por la UTE de empresas formada por Comsa - Lem - Pérez Moreno, señala la nota.
La nueva infraestructura dispone de una anchura de 2,30 metros separada del tráfico motorizado por una franja de 50 centímetros provista de bordillos y balizas de PVC que proporcionan seguridad para ambos tráficos.
Además, distintas modificaciones de mejora han sido incluidas en el proyecto durante la ejecución del mismo, todas encaminadas a garantizar las condiciones de seguridad de sus futuros usuarios.
Así mismo, la nota informa de que se ha limitado la velocidad motorizada a 30 y 40 km/h (según tramos) y se ha optado por la instalación de elementos reductores de velocidad (RDV), bandas transversales de alerta (BTA) y la señalización correspondiente.
