El alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Juan José Cardona, anunció ayer que la Policía Local y el Cuerpo Nacional de Policía coordinarán y reforzarán sus actuaciones en el barrio de Arenales para "normalizar" y "tranquilizar la vida nocturna" en la zona. Con esta intervención, el Ayuntamiento quiere dar respuesta a las quejas de los vecinos por las actividades nocturnas que se desarrollan alrededor de la prostitución.

Los vecinos han solicitado una mayor implicación del Ayuntamiento en la lucha contra el trapicheo en las calles de Molino de Viento, Aguadulce y Pamochamoso. La actuación conjunta de los cuerpos policiales se extenderá a otras zonas de la ciudad donde se detecten "situaciones similares".

A partir de la próxima semana se realizarán reuniones periódicas de "trabajo y de coordinación" entre ambos cuerpos de policía para fijar "una estrategia conjunta y unos objetivos concretos" para intervenir en la zona, explicó Cardona, tras la reunión que mantuvo con la delegada del Gobierno, María del Carmen Hernández Bento, para tratar diversos temas de interés para el municipio, entre ellos la autorización de cuatro nuevas videocámaras de seguridad, dos de las cuales se instalarán las zonas de prostitución de Arenales a partir del próximo verano.

A juicio de Cardona, las cámaras de seguridad contribuirán también a aumentar la sensación de seguridad en el barrio.

Por su parte, el director de gobierno de Recursos Humanos y Seguridad, Claudio Rivero, señaló que el próximo mes se celebrará una reunión con los vecinos de la zona para informarles de las actuaciones que tiene previsto realizar el Ayuntamiento.

Rivero rechazó la creación de una nueva ordenanza que regule la prostitución callejera, como demanda la asociación de vecinos Pamochamoso de Arenales.

"La ordenanza que hay en vigor prohíbe y controla todo este tipo de actividades molestas. No creo en la necesidad de una nueva ordenanza", sostuvo el director de gobierno, quien consideró que "la prostitución en sí misma es una actividad privada que no tiene por qué generar molestias, siempre que no salga del ámbito privado". La policía sólo debe intervenir, aclaró, cuando esa actividad "tiene una proyección molesta hacia el exterior, sea prostitución o bares de copas, y las cámaras serán un elemento disuasorio".

Por otro lado, Bento informó ayer de que el Gobierno de España concederá con total seguridad la prórroga que permitirá terminar las obras de remodelación de la playa de La Laja.