La llegada de un barco cargado con más de 4.000 vacas invadió ayer la parte baja de la capital grancanaria de una gran peste a excremento, que llevó a muchos ciudadanos a llamar al Ayuntamiento al creer que el mal olor se debía a una avería de la red de alcantarillado. Lo mismo pensaron en la compañía Emalsa, que llegó a inspeccionar la red, hasta que cayeron en la cuenta de que el olor nauseabundo procedía del barco mercante Al Mahmoud 2, que estuvo fondeado frente a la Avenida Marítima hasta primeras horas de la tarde, cuando partió para Siria con su oloroso cargamento.

El pestazo invadió la ciudad desde primeras horas de la mañana, pues el barco llegó sobre las cinco de la madrugada para aprovisionarse de combustible. La dirección del viento hizo que la pestilencia invadiera todos los rincones de la parte baja de la ciudad y que se sintiera especialmente en las calles orientadas al este. El barco, de 150 metros de eslora, procedía del puerto de Cartagena de Indias, en Colombia.

Según informaron fuentes portuarias, casi todas las semanas pasa por el Puerto un barco cargado de animales, que atraca o fondea para cargar combustible, en su ruta hacia Siria, Turquía o algún otro país árabe. Las vacas son luego sacrificadas en el país de destino. "En las últimas semanas han recalado por el Puerto de La Luz unos cinco barcos cargados de ganado. Por regla general pasan desapercibidos porque la dirección del viento sopla hacia mar adentro".

Fuentes municipales señalaron que las concejalías de los distritos Centro, Vegueta-Cono Sur-Tafira y Puerto-Isleta-Guanarteme recibieron una gran cantidad de llamadas de vecinos molestos que pensaban que el pestazo se debía al mal estado de la red de alcantarillado.