El alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Juan José Cardona, echó anoche en el Club La Provincia un leño más al fuego que achicharra las relaciones entre el Gobierno canario y las instituciones en las que gobierna el PP al afirmar alto y rotundo que no se fía del presidente autonómico. "No me fío de Paulino Rivero, lo siento, pero no me fío", dijo.

El regidor enmarcó esta declaración de entusiasta desconfianza en la defensa de los intereses de Gran Canaria, y de su capital concretamente, ante el Estado y otros organismos nacionales e internacionales ante los que la Isla necesite venderse. "No me fío del presidente ni del Gobierno de Canarias para defender la fortaleza de Las Palmas de Gran Canaria porque con su política de equilibrio continuo tenderá a reducirle a esta capital para compensar a Santa Cruz de Tenerife, por eso pienso firmemente que quien debe defender la fortaleza de esta ciudad y de esta isla en el exterior deben ser el Ayuntamiento y el Cabildo".

Cardona aludió al interés de la capital por convertirse en plataforma de operaciones de empresas y organismos internacionales con proyección en África y, en este sentido, manifestó su temor a depender del interés del Gobierno regional. "Si dependemos de ellos solos sabemos que siempre vamos a ir al ralentí, no los rechazamos, queremos el apoyo del Gobierno, pero la iniciativa la debemos llevar nosotros", dijo.

Las andanadas contra el Ejecutivo que conforman CC y PSOE continuaron en el turno de preguntas de los ciudadanos cuando alguien le preguntó por las prospecciones de petróleo frente a Lanzarote y Fuerteventura aprobadas por el Gobierno central el pasado viernes. "En este asunto hay algunos que son más papistas que el Papa", dijo Cardona, "somos hipócritas de manera innecesaria aludiendo a una serie de riesgos de todo tipo; el Puerto es generador de riesgos todos los días como se ve en esos depósitos de combustible enormes junto a zonas habitadas. ¿Y alguien está en contra del Puerto? ¿Qué sentido tiene rechazar el petróleo, algo que no es que nos vaya a sacar de la pobreza pero sí que puede ayudarnos mucho en estos tiempos de crisis que corren? Los que se manifiestan en contra, como el señor Paulino Rivero, lo hacen sólo por motivos políticos".

Más centrado en los problemas domésticos planteados por el público que anoche abarrotó el Club La Provincia, el alcalde ofreció respuestas a todos. Se le planteó al regidor la posibilidad de instalar un metro en la ciudad. "El metro es un sistema de transporte con una altísima capacidad, mucha mayor de la necesidad que tenemos en esta capital, y con una instalación muy compleja y cara; es como si Gran Canaria y Tenerife estuviesen conectadas por aviones Jumbo 747 todos los días", alegó tirando de símil el regidor.

Cardona volvió a esgrimir ante las preguntas del público su idea de potenciar la actividad diurna en el parque de Santa Catalina con un bodegón canario en la Casa Fataga y, sobre todo, desterrando cualquier evento nocturno como el Carnaval.

El alcalde pisó tierras movedizas al relacionar también la enorme suciedad de las calles traseras de Las Canteras, por la zona del istmo, con la presencia masiva de inmigración en el barrio. "Es evidente que ahí hay una mayoría de personas que no tiene un especial cariño por lo público, son inmigrantes, transeúntes que no están acostumbrados a cuidar las áreas públicas y que no se sienten ligados a esta ciudad, de ahí que sean más descuidadas y por muchos contenedores que pongamos esas calles siempre están sucias", manifestó. Cardona, que minutos antes había defendido ante otra pregunta de tintes xenófobos el derecho de las personas a emigrar en busca de prosperidad, culpó a las "insanas condiciones" en las que viven hacinados estos extranjeros en pequeños apartamentos del Puerto de este comportamiento. Por eso defendió que esos apartamentos se reconviertan en viviendas dignas. "Así se podrán instalar familias que sí se sientan apegadas a su barrio y a su ciudad", concluyó.