Los bañistas ya pudieron darse ayer un chapuzón en la playa de Las Canteras, aunque el tiempo no acompañaba, después de comprobar que las aguavivas habían casi desaparecido y que la Cruz Roja levantase la recomendación de no bañarse por esta causa. La ONG izó ayer la bandera verde después de que el pabellón rojo de medusas haya ondeado numerosas jornadas desde hace tres semanas en la playa capitalina.

Después de recoger la cifra récord de cuatro toneladas de aguavivas el viernes, el Ayuntamiento informó ayer de que los servicios municipales de Limpieza sólo habían recogido ayer apenas unos 30 kilos, y mezcladas con la seba, que ayer hizo también acto de presencia masiva. Según las mismas fuentes, las Pelagia noctiluca han vuelto a irse mar adentro arrastradas por el viento del norte y ahuyentadas por la bajada de la temperatura del agua experimentada ayer en el litoral capitalino.

De hecho, la Cruz Roja sólo atendió ayer a un menor de una picadura de aguaviva que se produjo a la altura de la Cícer. A pesar de la bandera verde, el cielo nuboso y el aire frío disuadieron a la población de acudir en masa a la playa, por lo que los socorristas no tuvieron mayores incidencias con las aguavivas ni otros incidentes.

Con la oleada de este viernes ya son casi 20 las toneladas de medusas que se han recogido en la playa de Las Canteras en las últimas tres semanas, una frecuencia y una cantidad que los científicos reconocen como inusual. La masiva presencia de aguavivas fastidió el baño a más de uno en la pasada Semana Santa pese al buen tiempo.