La implantación de la huella dactilar para el control horario de los trabajadores del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria va a acabar con "los incumplimientos sistemáticos de la jornada de trabajo". Así de claro lo tiene Claudio Rivero, director de gobierno de Presidencia y Seguridad, y mano izquierda del alcalde Juan José Cardona. Los funcionarios y laborales que incumplan las horas podrán incurrir en faltas "muy graves" que llevan aparejadas la separación del servicio de tres a seis años.

"Al ponerse en marcha el sistema de la huella dactilar los propios trabajadores han visto que se incumplía sistemáticamente el horario", explicó Rivero a este periódico. "Por supuesto, si a partir de ya se detecta" a través de este procedimiento "que el personal ficha y luego se va a llevar a sus hijos al colegio, al supermercado o a tomar café sin volver a pasar por la máquina, se aplicará el régimen de sanciones que recoge la ley".

El procedimiento sancionador, recogido en el Reglamento del Régimen Disciplinario de los Funcionarios, señala en su ar-tículo 6, apartado c, que será considerada falta muy grave el abandono del servicio. Según Claudio Rivero, "perfectamente se puede aplicar" ese precepto en el caso de que los trabajadores municipales no cumplan a rajatabla las 37 horas y media semanales, que alcanzan las 40 en el caso del personal con niveles entre el 26 y el 30, esto es, jefes de sección y de servicio, secretarias de concejales y cuerpos nacionales como la secretaria general, vicesecretaria, interventor y viceinterventora.

Jefes bajo la lupa

Los responsables de velar por el cumplimiento estricto del control horario serán juntamente los jefes de departamento, los mismos que tendrán que hacer dos horas y media más que el resto de la plantilla municipal en atención a que cobran productividades específicas. Estos cargos siempre han estado obligados a cumplir las 40 horas, pero en realidad no las hacían, reconoce Rivero, "y ahora sí tendrán que cumplirlas.

El director de gobierno de Presidencia y Seguridad advirtió de que los jefes estarán obligados a "velar por el cumplimiento del horario" de los empleados públicos, instrucción que se dará por escrito en los próximos días.