Un millar de vecinos de la ciudad se ha interesado ya vía telefónica o por internet por la nueva zona de aparcamientos preferentes para residentes o zona verde, un área de estacionamiento de pago a precios reducidos que entrará en vigor en un mes. Precisamente desde esta madrugada está abierto el plazo de inscripción para poder aparcar en una de las 381 plazas de la nueva zona verde (a través de la web sagulpa.com) para todos aquellos propietarios de vehículos que residan en Canalejas y Alcaravaneras.

La expectativa levantada por esta zona de estacionamiento de pago es tal que, según los cálculos que maneja el Ayuntamiento, se podrían inscribir para obtener autorización una media de diez propietarios de coche por cada una de las 381 plazas verdes. Estos cálculos se extraen de los datos estadísticos de Canalejas y Alcaravaneras, donde residen unos 15.000 vecinos. De éstos, y descontando los que no tienen coche, ni permiso de conducir o ya cuentan con aparcamiento privado, se estima que hay unos 4.000 vehículos que pernoctan en la calle en estos barrios.

Desde Sagulpa se advierte que la obtención de la autorización para aparcar en la zona verde no garantiza de manera fulminante tener una plaza disponible a cualquier hora del día. De hecho, sobre la calzada sólo habrá una raya verde pintada, en ningún caso los números de las matrículas. Lo que busca el Ayuntamiento con esta medida es más disuadir a los que no son del barrio para evitar el efecto de "borde" entre dos zonas distintas. Así, los que sean residentes en alguno de estos dos barrios y obtengan su autorización para la zona verde tendrán que callejear como el resto hasta encontrar una plaza libre, una operación que Sagulpa considera que será mucho más rápida a partir de que entre en vigor esta medida ya que el pago por horas desalojará de esas calles a muchos coches de vecinos de otros barrios.

Para conseguir ese efecto disuasorio se establece que los residentes autorizados a aparcar en la zona azul paguen un único tique de 60 céntimos válido para 24 horas mientras que los no residentes deberán pagar 70 céntimos por cada hora de estacionamiento y durante un tiempo limitado. En la zona azul la hora de aparcamiento es de 65 céntimos. Los residentes no tienen limitación horaria pudiendo dejar el coche en la zona verde todo el tiempo que quieran, eso sí, renovando el tique cada 24 horas. Los fines de semana se desactiva, por lo que si se paga un tique el viernes por la tarde es válido hasta la tarde del lunes.

Para obtener permiso para aparcar en la zona verde, aparte de ser residente, sólo hay que inscribirse en la web de Sagulpa, no hace falta presentar papel alguno ni firmar nada. Tampoco Sagulpa entregará tarjeta ni nada parecido, las matrículas de los coches autorizados estarán en las memorias de los parquímetros y si no se teclea una matrícula autorizada no expedirá tique alguno.

El residente que use a diario esta zona verde tendrá que desembolsar unos 12 euros al mes, aunque desde Sagulpa se aclara que no se van a establecer abonos mensuales, como ocurre en Madrid, porque habrá días que los conductores no puedan aparcar en la zona verde y no se les va a cobrar un día que no lo usen. La empresa municipal rechaza también que esta medida se implante con fines recaudatorios ya que las 381 plazas verdes rentarían en un día a pleno rendimiento 230 euros a Sagulpa, una cantidad pequeña para mantener a todo el personal y equipos informáticos de esta instalación. Para que tampoco sea un quiebra, Sagulpa planea que sea la recaudación de la zona azul vecina la que sufrague estos nuevos estacionamientos.

La intención es ampliar esta zona verde porque cuantas más plazas haya más bajará el precio que se cobra a los conductores. De hecho, el Ayuntamiento estudiará al detalle el resultado de esta experiencia piloto para después del verano decidir si se amplia el verde en los barrios de Arenales y Santa Catalina.