María del Carmen González, de 73 años de edad, es una de la decena de pacientes que fueron desalojados la noche del pasado jueves de la residencia de mayores Nuestra Señora del Buen Consejo, sita en el barrio capitalino de Escaleritas, tras presentarse la Policía Judicial en el lugar con una orden de cierre por un conjunto de supuestas irregularidades y deficiencias en el citado centro.

"A veces me daban el desayuno, y otras me gritaban. En ocasiones me despertaban en medio de la noche y no me dejaban dormir. Sólo había una trabajadora, que dormía allí, que era ayuda unas horas por otra, además de la cocinera", afirmó la septuagenaria, que pasó la noche en casa de una hija, aunque aún conservaba ayer "el miedo y la ansiedad" que aseguró haber pasado por el desalojo. "Estoy amargada por los dolores que tengo en las piernas, y una rodilla. Tengo problemas para andar, pero del resto bien. En la residencia me ayudaban, pero en otras ocasiones no", agregó.

María del Pino Moreno González, hija de la afectada, explicó: "Sobre las 19.00 horas del jueves me llamó por teléfono la Policía Judicial. Qué susto. Estaba lleno de policías. Me informaron de que había una orden de cierre y que tenía que ir a buscar a mi madre. Cuando llegué estaban los pacientes con bolsas negras, de las usadas para la basura, con sus cosas".

"A mi madre le faltaban muchas medicinas y la receta electrónica en la bolsa que metió la policía. Por eso fuimos al centro de salud", comentó la hija.

María del Carmen González estuvo primero en la residencia San Telmo, de la calle Buenos Aires de Las Palmas de Gran Canaria, desde enero de 2011 a mayo del mismo año; luego dos meses en otra de Ciudad Jardín, a la que la llevaron, junto a los otros mayores, mientras hacían la reforma del inmueble que se precintó, Nuestra Señora de Buen Camino, en la que ha estado unos diez meses. La primera residencia y la tercera estaban a cargo de la misma persona, que está en busca y captura por denuncias y ausentarse de un juicio contra él.