El reventón de la tubería de la calle Manuel González Martín, justo al lado de los túneles de Julio Luengo, afectó al servicio de abasto de más de 67.000 vecinos del distrito Puerto-La Isleta-Guanarteme. El Ayuntamiento ha abierto un expediente informativo sobre el percance y ha solicitado a Emalsa un informe sobre las causas de la avería. La compañía consiguió restablecer totalmente el servicio entre las ocho de la mañana y el mediodía de ayer, pero según las fuentes consultadas sólo se quedaron sin suministro aquellos vecinos que no disponen de aljibes o bidones. La mayoría de afectados, añadieron las fuentes, notaron un bajón en la presión de salida del agua por los grifos.

Los residentes de las viviendas más cercanas a los túneles sufrieron también el corte en el suministro eléctrico desde las 16.30 de la tarde de ayer hasta primeras horas de la noche.

Casi toda la noche estuvieron los técnicos de Emalsa trabajando en el interior del socavón de seis metros de profundidad que se generó tras el reventón, para reparar la avería. Sobre las 4.30 de la madrugada se solucionó el problema, informó el primer teniente de alcalde y concejal de Medio Ambiente, Ángel Sabroso, quien añadió que se desconocen las causas que provocaron la rotura de la tubería de hierro colado y 500 milímetros de diámetro. Los técnicos de Emalsa creen que la causa más probable ha sido un aumento brusco de presión, pero tampoco se descarta que se haya debido a una fisura en la aleación del metal. "Los técnicos aseguran que la tubería está en buen estado", aunque tiene 30 años de antigüedad, explicó el concejal de Urbanismo y Agua, Martín Muñoz.

Inundación

En cuanto a la inundación del túnel, Sabroso sostuvo que las bombas de achique del túnel funcionaron bien, pero la tromba de agua fue de tal calibre y se produjo en tan corto espacio de tiempo que fue imposible absorber la riada. Al respecto aclaró que "no se produjeron filtraciones en los túneles y tampoco hay problemas en la estructura. La entrada de agua en el túnel", aclaró, "se produjo por gravedad", porque el líquido bajó desde la calle y se metió por la boca del túnel.

Tanto Sabroso como Claudio Rivero, director de gobierno de Seguridad y Presidencia, destacaron el "buen funcionamiento" y la "coordinación" de todos los servicios municipales, para contrarrestar los trastornos que produjo una "rotura de gran magnitud". "La buena colaboración entre el Gobierno y el Cabildo", añadieron, "permitió resolver una situación compleja en un tiempo óptimo". Una de las peores consecuencias del reventón fue el gran colapso de tráfico que provocó. El cierre de los túneles, recordó Rivero, coincidió con una hora punta en la que la gente volvía de los colegios y del trabajo. Las mayores retenciones se produjeron entre las 13.00 y las 15.00 horas y las zonas más afectadas por los atascos fueron el istmo de Santa Catalina, la circunvalación, Mesa y López, Escaleritas y Paseo de Chil.