A pocos metros del lugar de origen de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, en pleno corazón de Vegueta, comienza una conversación entre dos personas que aparentan ser totalmente opuestas. Agustín Navarro, subdirector del Centro Loyola (colegio de los Jesuítas), y Saro León, directora de la galería de arte que lleva su nombre, inician este encuentro hablando del ocio y la arquitectura del casco antiguo de la ciudad, pero poco a poco el diálogo va serpenteando hacia una clave común: la necesidad de educar a los ciudadanos para que respeten y valoren esta zona de la ciudad.

Sentados en un banco en la plaza del Pilar Nuevo, ambos coinciden en que esta reeducación llevará aparejado un mayor cuidado del patrimonio arquitectónico, artístico e incluso espiritual. Algo que desde Vegueta se puede expandir al resto de la capital, integrando el resto de los barrios.

Navarro y León no dudan en posicionarse en latitudes totalmente contrarias en otros temas en los que no están de acuerdo, como la propuesta lanzada esta semana por el grupo municipal del PSOE sobre la eliminación del IBI para las propiedades de la Iglesia, muhas de las cuales se localizan en la misma Vegueta.

EVOLUCIÓN DEL BARRIO

León: "Para mí el barrio de Vegueta es una parte de la ciudad que podrá tener más actividad"

- Agustín Navarro (AN): Una cosa es Vegueta de día y otra de noche. Vegueta es un pulmón espiritual, cultural, artístico y social de la ciudad. Ha evolucionado un poco, pero sigue conservando lo característico. Hay cosas nuevas porque antes no era tanto un lugar de ocio. Está bien siempre que se controlen los excesos, como el botellón. Aquí se realizan muchas actividades, como las del Centro Loyola que es una referencia en cuestiones sociales, culturales y espirituales. Es verdad que Vegueta está muy configurada por la Iglesia, con el Obispado, la Catedral... En mi opinión, la diócesis dinamiza mucho la vida de esta sociedad.

- Saro León (SL): Está claro que hay una Vegueta de día y otra de noche, y una Triana de día y otra de noche. Para mí Vegueta está muerta, es una parte de la ciudad que podría tener mucha más actividad. En cualquier ciudad del mundo la actividad está en el casco antiguo. Apenas se ve gente por la calle, cuando en cualquier otro sitio del mundo es donde está toda la actividad. Para mí Vegueta es la parte cultural más importante, con los centros más relevantes como el CAAM, San Martín, Mapfre, el Rectorado..., pero no va aparejada con la actividad y el movimiento. En cambio, en Triana hay mucha actividad de día, pero poca de noche. Hace falta más interrelación entre los barrios y Vegueta podría ser el centro aglutinador.

DETERIORO DEL PATRIMONIO

Navarro: "Hay que hacer un mayor esfuerzo para que el patrimonio se conserve"

- AN: Yo creo que sí hay vida en Vegueta, aunque sí es verdad que se puede potenciar mucho más. También el patrimonio se puede mejorar. Hay que hacer un mayor esfuerzo para que el patrimonio se conserve porque hay cierto deterioro.

- SL: Yo creo que falta educación. Si no hay educación, no hay nada, ni el más mínimo interés por la cultura o el patrimonio. La gente no se educa para la conservación del patrimonio. El ciudadano y en última instancia sus representantes son los responsables de su conservación. Hay edificios que se están viniendo abajo, entiendo que cuesta mucho dinero restaurarlos, pero tiene que haber conciencia de que se conserve adecuadamente.

- AN: Está claro que el nivel cultural y educativo es esencial para la conservación de Vegueta. Es una dinámica global, esta globalización capitalista en la que sólo prima el consumismo evidentemente no promociona la cultura, sólo animales técnicos. Se prima el tener antes que el ser.

- SL: En la ciudad hay muchos centros culturales y pocas galerías, me refiero a pocos centros donde se comercializa, esto es sintomático. Mucha gente me pregunta si hay que pagar cuando entra en la galería. Yo estoy haciendo una función cultural, yo quiero sensibilizar a la gente. En mi galería hay reuniones para presentaciones de libros, revistas, performances... Hay de todo porque es una manera de educar a la gente, no es mi misión, pero yo lo hago para motivar, para dinamizar el tejido cultural. Adquirir una obra de arte es una manera de enriquecer el espíritu. Yo quiero estar rodeada de cosas bellas, así todos seríamos mejores. Deberíamos preocuparnos por dejar un casco antiguo bello, cuando uno viaja va a ver la cultura de ese país.

MEJORAS EN VEGUETA

León: "Hay actividades, pero no educación para disfrutar de esas actividades"

- AN: El arte y la cultura tienen que tener siempre un carácter social, solidario. Vegueta tiene que ser un referente de cultura solidaria, donde se promueva la solidaridad y la justicia. Esto se puede hacer a través del arte, la música o el pensamiento. Cada vez hay más bajo nivel en las Humanidades en general.

- SL: Actividades hay, pero lo que no hay es educación para disfrutar esas actividades. Me gustaría que Vegueta fuera mucho más activa e integrara los barrios del resto de la ciudad y que dejara de ser una zona elitista.

- AN: Estoy de acuerdo, en ese sentido, lo que hay que potenciar es la participación ciudadana, una auténtica democracia.

PAGO DEL IBI

Navarro: "La Iglesia debe estar exenta del pago del IBI por la labor social que desarrolla"

- AN: Es un tema complicado. Yo creo que no sólo la Iglesia, sino otras instituciones, como las ONG, que hacen una labor social, deben tener estas ventajas o beneficios fiscales que redundan en el bien de los demás. La Iglesia presta un servicio cultural, social, gratuito y accesible a todas las personas. Los que deben pagar los impuestos son los que más tienen y que desarrollan una actividad propiamente económica y comercial. ¿Pero le vas a pedir a la Iglesia que pague impuestos con la gran labor social y cultural que hace? Y no sólo hablo de Cáritas, sino de todos los servicios que ofrece la Iglesia, no exclusivamente en el ámbito social que es vital. Me parecen muy injustas las críticas porque están muy teñidas de ideología. Yo creo que sea la Iglesia o cualquier institución que no pertenece al ámbito económico y tenga vistas al bien común debe estar exenta o tener muchas facilidades fiscales porque ello repercute en el servicio a la población.

- SL: No estoy de acuerdo. Los fieles dejan su donativo porque es algo personal de cada uno. Yo no tengo por qué estar pagando una iglesia cuando no la consumo. Por ejemplo, la Mezquita de Córdoba cobra ocho euros por entrada que se los queda la Iglesia en concepto de donación porque es patrimonio suyo. Miles y miles de turistas pasan por ahí cada año. Quien tiene que conservar ese patrimonio es la Iglesia que no destina todo su dinero a subsanar los problemas sociales. Están bajando sueldos, cada vez hay más gente en paro, en el umbral de la pobreza y pasando hambre de verdad, pero no destina el dinero a esas cuestiones. La Iglesia debería ser considerada exactamente igual como cualquier persona. Si yo tengo que pagar mis impuestos, ellos también.

- AN: Los datos están ahí. La Iglesia objetivamente es la institución más solidaria, la que hace más acción social del mundo. Esto se ve especialmente con los problemas que acarrean la crisis económica. ¿Adónde va la gente con necesidad? Va a Cáritas, a las parroquias o a las diferentes congregaciones religiosas. No se puede decir que la Iglesia no invierte el dinero en temas sociales. Es cierto, que los templos tienen que mantenerse y parte de esa financiación va para estos aspectos. Además, nosotros queremos que nuestros hijos se bauticen, hagan la primera comunión y se casen. Me refiero a los que somos cristianos.

- SL: Por eso, quien sea cristiano y quiera que su hijo se bautice o se confirme pues que pague, no tengo por qué estar pagando si no quiero que mi hijo se bautice.

- AN: Incluso más allá de lo espiritual o social, hay que recordar que hay gente que no es cristiana y mete a sus hijos en los colegios religiosos, lo que ahorra muchísimo dinero en educación al Estado. Desde hace muchos años son colegios concertados. Ahí están los datos. Objetivamente la Iglesia le ahorra mucho dinero, si cerrara todo lo que tiene, la sociedad sería un caos, aunque tendrá sus fallos también, por supuesto. El problema actual es que las personas con más dinero cada vez tienen más y son los que están exentos. Al final quienes contribuimos somos los trabajadores.